Hay amores que son mejor mantenerlos en silencio.
"Iván, Sé que parecerá extraño lo que te diré, pero no lo puedo ocultar más. TE AMO."
Una vez intento escribir una nota a él dejándole saber lo que siento, pero nuevamente tacho sus letras sin dejar rastro alguno de lo que intente decirle en este papel. Ya he perdido la cuenta de cuantas veces lo he intentado y de las veces que me repetí a mí misma que debo mantener silencio. Lo que siento no esta bien, o, mejor dicho, ya es tarde para jugar a ser valiente. Perdí mi oportunidad y ahora es mejor cargar con las consecuencias de mi cobardía.
-¿Qué tanto escribes?- Me pregunta sorprendiéndome al salir del probador y de verdad que no esperaba que me viera haciendo esto.
-Nada...- Le respondo cerrando inmediatamente la libreta de mis intentos frustrados por decirle lo que siento y trato de no mostrarme nerviosa.
-¿Y cómo me queda?- Inquiere y de inmediato levanto mi mirada para verlo y literalmente me quedo con la boca abierta. Sigo pensando que un hombre no debería ser tan guapo como lo es él. Su cabello oscuro y ojos del mismo color resaltan con ese traje, y ni hablar de su espalda tan ancha y esos brazos que siento que tienen la justa medida para protegerme de todo lo malo.
- Muy elegante, digno para la ocasión. Paulina morirá de amor al verte vestido así. - Es lo que me limito a responderle, y es que de cierta manera esa es la respuesta correcta, aunque debo morderme la lengua para no decirle que yo también me estoy muriendo de amor por él.
-¿Tú crees? - Cuestiona con dudas.
-¡Claro que sí! Mírate al espejo, ese esmoquin te queda estupendo.- Le reitero.
-¿No crees que es igual que el que uso para las alfombras roja de los eventos a los cuales asisto?- Averigua acomodando los gemelos en la camisa.
-Iván, los esmóquines son todos muy parecidos, no sé qué esperas.- Le respondo sin pararme del sofá donde estoy sentada en esta elegante casa de ropa masculina y es que la verdad a veces pienso que es demasiado exigente con su manera de vestir.
-Espero encontrar el esmoquin perfecto para mi boda, quiero que Paulina quede deslumbrada al verme en el altar, al igual que seguramente yo quedare al verla con su vestido de novia. - Comenta con orgullo.
Otra vez lo escucho hablar de su boda, lo veo con esa sonrisa de típico enamorado y mi corazón simplemente se rompe en mil pedazos al igual que lo hace desde ya casi cinco años «Esto te pasa por enamorarte de él» me regaño a mí misma.
-Pruébate este otro.- Le sugiero señalando el otro esmoquin que está colgado afuera del probador y él voltea a verlo para luego sonreírse.
-De acuerdo, solo espero que este si me guste.- Dice cerrando la puerta.
Mientras que espero que el hombre que amo se pruebe la ropa con la que se casara en tan solo dos semanas, me coloco los auriculares y le vuelvo a hundir el botón de reproducir a esa canción que tan bien describe lo que siento en estos momentos. La letra de "Why not me" de Enrique Iglesias suena a todo volumen y los sentimientos me invaden una vez más.
Desde que la escuché por primera vez me di cuenta de que son las palabras que no le puedo decir, que jamás le diré, y que tanto me hacen llorar a cada instante. Los amores en silencio duelen y mucho más cuando ves a esa persona vivir su historia de amor con otra mujer tan cerca de ti.
-¡Es este!- Grita Iván desde adentro del probador haciendo que le ponga pausa a la canción para poder escucharlo bien.
-Déjame ver.- Le digo intentando que no se note que estuve a punto de volver a llorar como lo he estado haciendo todo este ultimo tiempo.
Él sale nuevamente del probador y con unos gestos me cuestiona mi opinión acerca de ese esmoquin. Lo miro detenidamente y le lanzo una sonrisa de aprobación, una que me ha costado mucho ya que de lo que menos tengo ganas en estos momentos es de sonreír -Ese es...- Le respondo finalmente intentando sonar entusiasmada al verlo tan feliz, pero no sé si tengo éxito en esta odisea.
-¡Gracias mi niña!- Exclama feliz y luego me planta un beso en la mejilla. - ¡Sabía que tú eras la indicada para venir conmigo a escoger el esmoquin!- Continúa diciendo y allí esta otra vez esa manera de tratarme.
-Para eso son los amigos.- Le respondo con un gran esfuerzo.
**Tercer libro de “Nuestro Encuentro”** Las vidas de Brisa y Franco no han vuelto a ser las mismas después de que los secretos de la familia de Franco salieran a la luz. A pesar de sus intentos por permanecer juntos, el pasado gano separando sus caminos, pero ¿Qué sucederá cuando la verdad salga a la luz? ¿Podrán sus vidas volver a ser un solo camino en común?
¿Quién dijo que el dinero compra la felicidad? Esa es la pregunta que Aren se hace todo el tiempo después de que la mujer de su vida lo dejara en el altar. Él lo tiene todo, o al menos eso que la gente dice que el dinero es todo en la vida. Tiene riqueza gracias a sus empresas relacionadas a la industria automotriz, un privilegiado estatus social, y una apariencia física que es la envidia de muchos. Sin embargo, eso no evita que sea llamado un “perdedor”, después de todo, le faltaba lo más importante para muchos; alguien que lo ame por lo que es y no por lo que tiene. El constante señalamiento de la sociedad y los medios de comunicación, hacen que Aren deje de ser el hombre estratégico que fue siempre para tomar decisiones, y se pierda el control de todo. Su mente se nubla de tal manera, que, dejando todos sus principios a un lado, él decide comprar el amor por llamarlo de alguna manera. Si bien su decisión está fuera de sus principios, su desesperación no llega al punto de hacer que meta a una completa extraña a su vida, sino que a una mujer que él conoce muy bien y puede beneficiarse de esta oferta que él tiene para hacerle. Esa “afortunada” es Haizea, una joven empresaria que busca ser parte del mundo en el que se mueve Aren, y no lo consigue por no tener un apellido que avale su estatus social y económico. Necesitándose uno al otro por motivos diferentes, ambos armaran un teatro para convencer al mundo de que Aren no es un perdedor, y que Haizea es la joven promesa en un mundo de negocios lleno de prejuicios, pero ¿Qué pasara después? Será esto acaso un trato con fecha de vencimiento, ¿o habrá algo que lo cambien absolutamente todo?
Las vidas de Amadeo y Anahí se cruzaron cuando ellos apenas eran unos niños ya que sus padres son mejores amigos, sobre todo sus madres que son amigas desde los seis años. Desde el instante que Amadeo conoció a Anahí el día que ella nació cuando él apenas tenía cuatro años hubo una conexión inmediata, tal así que sus padres no comprendían que es lo que sucedía y hasta en cierto punto les asustaba. Con el pasar del tiempo la amistad de Amadeo y Anahí fue creciendo, convirtiéndose así en cómplices de la vida del otro, pero todo aquello sufrió una pausa cuando a los 18 años Amadeo se fue a estudiar finanzas a la universidad de Harvard en Massachusetts. La estadía de Amadeo en Estados Unidos se vio prolongada cuando él decide quedarse a hacer su maestría en la misma universidad, y desde aquel día Amadeo y Anahí han dejado de hablarse por motivos que él desconoce. Después de cinco largos años, él regresa a Milán, pero no lo hace solo; sino que, con su prometida Antonella del Valle, una mujer que conoció en la universidad y a la cual le propuso matrimonio el día de su graduación. A su regreso a Italia, el encuentro con su mejor amiga se hace inevitable dándose cuenta así que muchas cosas han cambiado entre ellos dos, pero no solo en su vida, sino en la manera que se sienten cuando están uno cerca del otro. Lo que Amadeo desconoce es que Anahí no es como el resto de las mujeres que él conoce; ella es diferente y lo llevara a él a conocer otras facetas del amor que hasta el momento le eran desconocidas.
¿Qué sucede cuando Keira Olavarría hace un trato para que Dane Bautista lo acompañe a la boda de su ex prometido y en ese momento Dane descubre que es su exnovia la que está entrando a la iglesia para casarse? ¿Y si por eso entre Keira y Dane surge un plan? ¿Y si ese plan es engañar a sus exparejas y hacerles pensar que están juntos? ¿Y si el plan es hacer que ellos se divorcien para así recuperarlos?
Xián Oliveira, es un cantautor bastante reconocido en grandes partes del mundo, sin embargo, aquello de lo que tanto escribe y canta ya no le resulta tan hermoso como él creía. Cuando su novia le rompe el corazón, él se encierra en un mundo donde el amor ya no tiene lugar. Después de hacerse una promesa a si mismo de no volverse a enamorar, el destino hace que su camino y el de la prima de su mejor amigo se crucen en una noche de fiesta. Lo que él no sabe, es que aquel capricho por querer pasar una noche con ella sin compromiso alguno, le cambiara la vida para siempre mostrándole que por más que quiera escapar del amor, esto no siempre resulta ser tan fácil.
Segunda parte de "Amor Intermedio" **Si no han leído la primera parte, probablemente no puedan entender el comienzo de esta historia** Lo que parecía ser un cuento de hadas para Serena después de haber conocido a Gael, se terminó convirtiendo en una auténtica pesadilla. Bastó solo una noche para que todo se arruinara, él cambiara y su matrimonio se convirtiera en una pesadilla. Sin embargo, ¿qué pasará cuando la verdad salga a la luz? ¿Podrá Gael salvar el amor que tenía con Serena? ¿O terminará todo entre los dos? Solo queda descubrirlo y comprobar qué será más fuerte, ¿el amor o el resentimiento?. LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE MATERIAL QUEDA PROHIBIDA. LA HISTORIA ESTÁ REGISTRADA EN SAFE CREATIVE . Copyright © 2006014207211
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Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Henrico Zattani pagó por un crimen que no cometió. En prisión juró venganza. A pocos meses de alcanzar su libertad, su plan de venganza ganó un nuevo guión y la protagonista principal es la hija menor de su enemiga, Amélia Leal. Amélia sabe que su apellido atrae a los más diversos depredadores, sin embargo, está aún más segura de que ser la hija bastarda de Augusto Leal la convierte en un blanco aún más fácil. Su relación con su padre no es buena, su hermana la ve como una espina clavada y su madre está demasiado concentrada en sí misma para ver más allá de sus propias narices, pero aun así, hará cualquier cosa para proteger a su familia.
¿¡Se supone que una mujer se debe casar con el hombre que ama profundamente!? No con un desconocido. ¿Qué puede ser más peor que dejar al hombre que amas profundamente por otro que no sientes nada? ¿Existe algo mas cruel, que ser sacrificada y engañada en una red de mentiras por tus propios padres en el bien de su propia codicia? Esto fue exactamente lo que sintió ella cuando se enteró que debía casarse con quien jamás pensó hacerlo. Estaba furiosa e indignada que no pensó lo que hacía. -¡No me quiero casarme! ¡NO ME CASARÉ CONTIGO! -gritó cuando vio al hombre cuya foto le habían mostrado sus padres. -¿Qué dijiste? -le preguntó con cierta advertencia en su voz. Ella apretó los dientes y recordó lo que había tenido con su novio. La audacia la atravesó una vez más. -No me casaría contigo. No puedes obligarme y no lo permitiré. Amo a alguien y no eres tú. -¿Te pedí que te casaras conmigo?
Mackenzie O 'Sullivan es la heredera de Holding O 'Sullivan Park, ha tenido que luchar mucho para convertirse en el CEO. Ya que su tío, Rónan O 'Sullivan, siempre había creído que sus dos hijos, Shane y Murphy, serían los verdaderos herederos de su hermano, ya que ella es mujer, y más joven que sus hijos. Así que sólo desea que fracase. Cuando sonó la alarma de incendio, en el hotel donde estaba reunida, para firmar un multimillonario contrato, tras indicar a su asistente que guie a todas las personas de la sala hacia las salidas de emergencias, Mackenzie se quedó para recoger los documentos. Solo cuando un enorme y aguerrido bombero, tan grande como un coloso, entró en la sala donde estaba, fue cuando se sorprendió al no percatarse del peligro que corría. En un principio el bombero intentó indicarle que lo acompañara a una salida, pero la CEO no le obedeció, sus prioridades eran otras, incluso cuando empezó a toser por el humo, no lo hizo. Sin pensarlo, el bombero levantó a su reticente víctima sobre su hombro, para salir de allí y la CEO, furiosa ya que habían perdido todos sus contratos, decidió enterarse de quién había sido el responsable. A partir de este momento la guerra entre estos dos será total, complicada con una atracción innegable, y nada pedida en especial por el atractivo bombero, todo ello regado por una historia llena de humor, atracción, sexualidad, emociones extremas, peligros, y grandes enfrentamientos.