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Anahi y Linda eran novias , pero el destino cambió cuando Linda tiene que casarse. Hanna ayuda a Anahi que tiene que luchar por lo que uno más ama ,sin importar nada. Pero Anahi comete errores que arrasará con su familia. Hanna tiene secretos.
- Tenemos que terminar - Soltó Anahi.
Linda volteó para mirarla de frente , y leer su mirada por si estaba mintiendo.
- "¿Que? , que pasa" -
Anahi se atragantó y Soltó a llorar , le dolía el alma terminarla , estaba obligada a hacerlo , su padre la amenazó. El único que podía detenerlo era su hermano , lamentablemente el ya tenía unos meses fuera del país, por el nuevo negocio.
- Me voy a casar - Dijo sin rodeos.
Linda la miró desconcertada, su corazón sintió un piqueton , se le secó la garganta , los ojos grises de Linda se pusieron oscuros , tenía dolor en ellos.-Entiendo!- Linda entendía perfectamente que jamás Anahi enfrentaría a su familia , ni por ella ni por nadie , el dinero siempre era el problema.
A lo mejor era el dinero y la sociedad jodida , Anahi Mondragon venía de una familia media-alta a comparación de la familia Vega que era mucho más alto en la sociedad y economía.
Esa gente con tan solo tronar los dedos lo tenían todo. Anahi se le rompió el corazón en miles de pedazos , ellas solamente tenían 16 años , ellas no podían tomar una decisión, no se les tenia permitido.
Samuel Mondragon , era diferente sabía lo que su hija Anahi sentía, el aceptaba a su hija por sobre todas las cosas , lamentablemente la otra parte no lo entendía, pero sabía que no podía meterse más haya , por que sabía el Sr. Vega era muy despiadado.
Samuel acariciaba la cabeza de su hija , mientras ella lloraba a mares, Anahi y Linda llevaban una relación muy fuerte y de hace ya tiempo.
Anahi comprendía que eso iba a pasar , estaba consciente de ello.
La hermana de Anahi estaba recargada en la pared , mientras miraba a su hermana lo mal que lo estaba pasando.
Hanna no podía entenderla , ella era más fría, sintió lástima por su hermana , se acercó a ellos y dijo -" Yo me encargo papá, ve y descansa"-
Samuel suspiró se levantó, y dejó el espacio a su hija Hanna , la pelirroja tomó a su hermana Anahi y le acaricio su cabello hasta que ella se durmió.
Brenda le mando un mensaje a Hanna -[Por que te fuiste? , sucedió algo]-
Hanna le devolvió el mensaje después de unos minutos -[Ya sabes , a mi hermana la botaron por que se va a casar]-
Brenda le mando emojis de tristeza a Hanna -[ Todavía es pequeña , en un tiempo se le pasara]
Hanna siguió hablando con Brenda , cuando miró la hora , acomodo a su hermana y le coloco una sabana para que siguiera durmiendo.
Reviso a la habitación de su Papá Samuel , que el ya dormía.
La sirvienta se acercó a ella.
-"Señorita , afuera la buscan"-
-"A esta hora?"–miró un cadillac escalade negro- ya veo , déjeme lo a mi , vaya a dormir.
Hanna salió de la mansión y se metió al coche.
- "¿Que haces aqui"- Hanna dijo enojada.
El hombre inhalo de su cigarro , y lo Soltó , volteó a mirar a su chica y dijo -"Me voy por unos meses , y esto es lo que recibí de ti?" Eeh -El hombre se molesto-
-" Solamente vienes a saciar tus males" - escupió las palabras.
-" Eres mi mujer y la madre de mi hija , que no se te olvide"-La tomó de la barbilla y se le acercó a él quedando a un centímetro de distancia, sentía su respiración de ambos-.
Hanna le Soltó la mano y le Soltó fríamente -" Que no se te olvide que tu y yo no somos nada , tu querías las cosas así, y que no se te olvide que ella es mi hija y que yo la cuidó, que no se te olvide las cosas hirientes que me dijiste , solamente para casarte con Brenda.- Soltó
El hombre se molesto por las actitudes de Hanna , pero era la verdad. El era antes una persona fríamente manipuladora y arrogante.
- Nunca lo entenderías lo que tenia que hacer por ti. -
Hanna lo miro -"Ahora piensas en mi? , eramos 3 , podíamos solucionarlo". El hombre no quería seguir peleando , apenas llevaba algunas horas de haber llegado a la ciudad A , y el no quería pelear , venía algo cansado.
-Me iré, luego vendré a verte-
Hanna ni siquiera le contesto , bajo del cadillac , corrió hasta llegar a la puerta principal , después se fue la cadillac rechinando.
Entro hanna , cuando cerró la puerta y alguien dijo.
-Quien era?- Hanna Soltó un gritillo del susto, - "Era un amigo insignificante"-
Anahi levanto las cejas y sonrió descaradamente- Te creeré , para ser tu amigo es demasiado guapísimo.
Hanna volteó los ojos y le dijo -"pequeña traviesas, ve a dormir ¡anda! , hablemos mañana.
Anahi asintió, y se fue hasta la habitación.
Hanna estaba sumergida en sus pensamiento.
Recordando lo que pasó cuando su papá la mandó a Italia cuando tenía 15.
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Mi jefe Gerard y yo no estamos acuerdo en nada. Siempre discutimos y es un hombre desesperante. Hasta que un día nos dejamos llevar y acabamos en la cama. Desde entonces mi vida ha cambiado. Lo deseo y lo detesto, me dejo llevar y me arrepiento, mientras noto como empiezo a enamorarme de él. Pero Gerard no tiene corazón. Solo secretos y escándalos que una persona como yo no sabría afrontar. ¿Qué pasará cuando esos secretos me afecten? Y Peor aún, ¿cuándo toda la oficina se entere de lo nuestro?
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Valentina, una mujer hermosa y exitosa, tiene un encuentro amoroso con un hombre misterioso en una noche de pasión y romance. Sin embargo, al amanecer, el hombre desaparece sin dejar rastro, y Valentina se queda con más preguntas que respuestas. Un mes después, Valentina recibe la noticia que cambia su vida para siempre: está embarazada. Sintiéndose avergonzada y confundida, Valentina decide viajar a otra ciudad para empezar de nuevo y evitar el escándalo. Años después, Valentina regresa a la capital para pasar las Navidades con su abuela. Mientras explora la ciudad, se encuentra con la boutique más famosa de la ciudad, propiedad de la esposa de un poderoso magnate. Al entrar en la tienda, Valentina se sorprende al ver la reacción de la señora al ver a su hijo. Martina se queda atónita al ver el parecido entre el niño y su esposo, el magnate Gabriel. Furiosa y celosa, decide enfrentar a su esposo y exigirle una explicación. Gabriel, sin embargo, sigue declarándose inocente y fiel a su esposa. Los hijos de la pareja, Benjamín y Jazmín, tratan de calmar la situación y pedir una explicación a su padre. Sin embargo, Gabriel sigue negando cualquier relación con Valentina o su hijo. Mientras tanto, Valentina se siente confundida y asustada por la reacción de Martina. Aún así, continúa con su vida. Pero todo se complica cuando frente a ella aparece toda la familia Milano, reclamando y acusándola como la amante de Gabriel. Furiosa decide revelar el único recuerdo que tiene de aquel hombre con el cual se acostó y producto de eso nació su hermoso hijo, Valerio. ¿Qué pasó realmente aquella noche? ¿Es Gabriel el padre de su hijo? La verdad es más complicada de lo que parece, y Valentina deberá enfrentar sus miedos y dudas para descubrirla.
Eden McBride pasó toda su vida siguiendo las pautas de la sociedad. Pero cuando su prometido la dejó un mes antes de su boda, Eden deja de seguir las reglas. Una furia insaciable es justo lo que recomienda el médico para su corazón roto. No, en realidad no era así. Sin embargo, era lo que necesitaba Eden. Liam Anderson, el heredero de la empresa de logística más grande de Rock Union, era el tipo perfecto. Apodado el Príncipe de los Tres Meses porque nunca estaba con la misma chica por más de tres meses, Liam había tenido una buena cantidad de aventuras de una noche y no espera que Eden sea nada más que eso. Cuando se despertó y la encontró con su camisa de mezclilla favorita, Liam comenzó a estar irritado, pero extrañamente intrigado. Ninguna mujer había abandonado su cama voluntariamente ni le había robado. Eden había hecho ambas cosas. Necesitaba encontrarla y arreglar las cuentas. Pero en una ciudad de más de cinco millones de habitantes, encontrar a una persona era como buscar una aguja en un paja. No se vieron hasta que el destino los volvió a reunir dos años después. Eden ya no era la chica ingenua que era cuando saltó a la cama de Liam; en ese momento tenía un secreto que proteger a toda costa. Liam estaba decidido a conseguir todo lo que Eden le robó, y no fue solo su camisa.