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«Tú eres todo lo que está mal». Celina Brown está en su último año de preparatoria, es solo una adolescente que quiere dejar atrás su pasado y por esa causa, huye muy lejos de su constante pesadilla. Donovan o como todos lo llaman Den, está en su último año. Él no es deportista. No está en ningún club. No es buen alumno. No tiene amigos. Los rumores sobre sus misteriosas actividades lo condenan. No es nada más que problemas según todos sus compañeros de escuela, excepto para Celina, para ella podría llegar a ser mucho más que eso. Ellos desde la primera mirada sintieron que algo los unía. Diferentes motivos pero mismas finalidades, un pequeño rayo de sol al final. Celina quiere escapar de los fantasmas de su pasado, mientras que Donovan nada más quiere terminar lo que empezó, su único cometido. Ella está rota y solo quiere volver a estar completa. Él quiere llegar hasta el final sin importar cuanto pueda lastimar a la única persona que alguna vez lo hizo sentir vivo. Es para lo que nació, o al menos, eso cree. Nadie es lo que parece. No confíes en ellos.
Prólogo
«Todo mejorará»
Eso es lo que mis terapeutas, gente de servicios sociales, policías y doctores me dijeron alrededor de toda mi vida.
Todavía sigo esperando que suceda.
Viví diecisiete años con el alcohólico de mí padre y cuidando a mí madre esquizofrénica, ¿toda cosa que me pasara era mejor que eso, cierto?
Y por un momento, cuando tuve dieciséis, pensé que por fin algo bueno me estaba pasando, pensé que Shawn era la salvación a mí vida de mierda. Mi boleto para escapar. Que era lo único bueno que alguna vez iba a tener.
Íbamos a vivir juntos para siempre, en una casa grande y muchos niños. Eso es lo que pensé cuando me invitó a salir por primera vez. Imagínense, la primera cita y ya imaginaba el vestido de novia.
Qué gran error.
Shawn arruinó mí vida, bueno, la estropeo más lo que ya estaba. No podía reconstruir nada allí. Todas las paredes que me mantenían fuerte, se derrumbaron después de aquello. No podía levantar pieza por pieza. Ya no.
Por mí vida de mierda, ahora estoy aquí.
Esperando que «Todo mejore».
Mi madre fue internada en un centro psiquiátrico por su enfermedad. Mi padre... No lo sé. Me fui de casa sin despedirme de él y tampoco creo que aprecie que no estoy.
Estoy quedándome con mis tíos en Welling, Reino Unido. Ellos ofrecieron mucho tiempo cuidarme, pero no tenía planeado dejar a mi madre en ese momento, necesitaba de mí.
Ahora sin ella, no tenía excusa para seguir en ese lugar, simplemente tenía que irme.
Creí que podría ser una adolescente normal. Preparatoria, familia y la capacidad de poder respirar correctamente cada vez que salía por las calles sin ser reconocida como «la puta mentirosa» que para los ignorantes era.
No obstante, aún tenía temor de ser buscada y que alguien supiera de mí pasado, pero preferí vivir con temor, que en el mismísimo infierno.
Mi tía es cariñosa, tengo un malditamente gran guardarropa, una prima popular. Una casa gigante y brillante. Y gente que no me conoce. Esto debió ser un nuevo comienzo.
Todo iba perfectamente bien. Era irreal.
Pero desde luego, alguien pateó mi trasero y me hizo reaccionar.
Estoy segura de que todo hubiera salido genial si Donovan no se hubiera metido en mí camino... Bueno, técnicamente si yo no me hubiera metido en el suyo.
El chico con aura oscura y ojos que quemaban dentro de mí, me despertó.
Hubo una chispa desde la primera vez que nuestros ojos se posaron en el otro. Al principio, creí que fueron los sentimientos de ira apoderándose de mi cuerpo cada que él dirigía una simple palabra hacia mi persona, luego caí en la cuenta que era algo mucho más significante y peligroso que eso
Aquello debió ser una advertencia para mí. ¿No podía permitirme enamorarme, cierto? No después de mí última y única relación. Pero siempre había algo que nos hacía encontrarnos.
¿Él y yo? ¿Quién iba a decirlo? Somos tan distintos y parecidos a la vez. Una combinación que jamás debería hacerse, pero para mí suerte, se hizo. Salió horrible y perfecta a la vez.
Dicen que puedes tener dos tipos de amor. Uno que te destruye y otro que te completa, por eso quiero saber ¿se puede tener los dos en una misma persona?
Donovan. Es lo que me destruye y me completa. Es lo que me hace llorar y sonreír. Es lo que necesito; pero no debo querer.
Donovan, es la persona con la cual jamás debes poner fe, esperanza, ni amor. En mí caso, no debí poner mi corazón en sus manos. Todavía recuerdo sus palabras «No confíes en mí». Si tan solo la tentación no hubiera cegado mí juicio.
«Sus secretos y misterios empezaron a llamarme, quería averiguar todo de él.
Y lo hice.
Aquí estamos.
Lamentándome o agradeciéndole a Dios.
Todavía no sé qué hacer».
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—¡Es mi hijo, maldita sea! —Se acercó a mí y como un tonto reflejo me acerqué aún más, demostrándole que no le tengo miedo, pero en realidad era otro tipo de reflejo. Uno que no había sentido en mucho tiempo. Quería estar cerca de él. —Estuviste cuatro años fuera de su vida. —¿Qué parte no entiendes? ¡No sabía que existía! —¡No usaste protección! Pudiste llamar y preguntar si tenía síntomas de algo, pudiste verme al salir del departamento que compartíamos o en la universidad con una barriga enorme. Esperé allí durante cuatro meses. Trabajé para alimentarme. Te busqué por todas partes para decirte que íbamos a tener un bebé, que no me dejaras sola en esto. Pero no te importé una mierda y ahora no me importa si te atropella un camión, nadie llorará tu pérdida. —Eso no es verdad... Y no, no lo era, no lo quería muerto, lo quería conmigo pero jamás se lo diría. Estoy comprometida con otro hombre y eso no cambiaría.
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Durante tres años de matrimonio, Chelsea siempre fue una esposa devota de Edmund. Pensó que su amor y atención algún día derretirían el frío corazón del hombre, pero resultó que estaba equivocada. Finalmente, no pudo soportar más la decepción y decidió poner fin a su matrimonio. Edmund siempre pensó que su esposa era aburrida. Así que se sorprendió cuando Chelsea de repente le arrojó los papeles de divorcio frente a todos en la fiesta de cumpleaños de Nelson. ¡Qué humillación! Después de eso, todos pensaron que la pareja nunca se volvería a ver, y Chelsea pensó lo mismo. Sin embargo, se equivocó una vez más. Tiempo después, en una entrega de premios, Chelsea subió al escenario para aceptar el premio al Mejor Guión, mientras que su exmarido, Edmund, fue quien le entregaría el premio. Cuando le dio el trofeo, de repente la agarró de la mano y humildemente le rogó frente a la audiencia, "Chelsea, lamento no haberte apreciado antes. ¿Podría darme otra oportunidad?". Chelsea solo lo miró con indiferencia, "Lo siento, señor Nelson. Ahora solo me importa mi negocio". El corazón de Edmundo se rompió en mil pedazos. "Chelsea, no puedo vivir sin ti". Pero su exesposa se fue sin dudar un momento. ¿Es una buena idea para ella centrarse en su carrera? De cualquier manera, los hombres solo la distraerían, especialmente, su exesposo.
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Ella era su propia persona y sabía exactamente lo que quería. Era dueño de todo el maldito asunto y pensó que podía hacer cualquier cosa. Ella tenía algo que él quería pero no sabía. Él tenía lo que ella siempre había soñado, pero no tenía idea de cómo lograrlo. Ella mintió por amor. No perdonó a nadie. Lo odió desde la primera vez que lo vio. Trató de destruirla de todas las formas posibles. Bárbara Novaes nunca imaginó que su apacible vida daría un vuelco de un momento a otro, cuando una petición en su lecho de muerte haría que su principal objetivo fuera entrar en la vida del CEO más conocido del país. Heitor Casanova nunca ha visto a una mujer tan persecutoria e insistente como Bárbara. Pero no se le pasó por la cabeza que no quería lo mismo que todos los demás: "él". El vínculo que los unía los obligaría a vivir bajo el mismo techo, con un único objetivo común: proteger lo que más amaban. ¿Es posible que la ira mutua se convierta en amor? ¿Admitirían los nuevos sentimientos que estaban surgiendo y que no eran capaces de aceptar? Y superarían juntos todos los obstáculos que se crearían para evitar que esta relación sucediera??? Mis primeros enemigos de amantes y CEO juntos!!! que va a hacer??? No sé. Quieres averiguarlo conmigo???
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".