Al Tocar Las Tres

Cuentan que en el instituto Riquelme Di Gracia, si es un poco extraño el nombre, sin embargo dicen que hace cien años en esta misma institución hubo un horrible asesinato de un ser de sangre fría, muchos alegan que ese asesino no era humano ya que hasta el ser más sanguinario jamás cometería tal atrocidad, pero no son más que solo chismes de mujeres sin ninguna cosa más interesante que hacer, realmente pienso que es imposible, ¿A quién se le ocurre asesinar una joven estudiante a las tres de la tarde en la misma institución donde claramente hay muchos estudiantes y profesores sin mencionar a l

os encargados de limpieza y que misteriosamente ese caso no se haya resuelto, sin mencionar aquella maldición que según cuentan que perdura cien años? Hasta ahora no ha ocurrido ningún incidente de esos más que solo estudiantes teniendo sexo en los salones de clase, algunas peleas, drogas, cosas comunes entre estudiantes.

Hoy es quince de febrero donde los estudiantes de entre trece a dieciocho años están en el gimnasio para recibir la bienvenida a un nuevo año de aprendizaje y esta vez una felicitación tanto a los trabajadores de esa institución como a los padres por seguir confiando en ellos estos ya cien años dando la mejor de las educaciones, aunque realmente se cumple esa cantidad en cinco meses, pero ¿quién lo cuenta?, por otro lado observaba a mi alrededor mientras director hablaba, aunque tampoco podía ver mucho ya que me encontraba al frente muy cerca del escenario, se veía algo alto y sí que lo era, perfectamente alguien si se cayera de ahí tendría al menos una torcedura o, siendo un poco exagerado, un hueso roto, regresando a lo que es una vida monótona y aburrida mire mi reloj que marcaban la una de la tarde exacta, suspire con cansancio dirigiendo la vista al director, será una tarde cansada, pensé para mi, de pronto se escucho la campana que siempre daba al medio día, en los descansos y a la hora de salida, ya que estaba programada para únicamente sonar a esos tiempos, "¿Esa no era la campana del medio día? Esta vez no sonó a la hora que le tocaba", alcance a escuchar del director y era verdad hoy no sonó a las doce sino que hasta ahora, el director volvió al frente y se disculpo por ese pequeño inconveniente diciendo que quizás haya sido obra de los idiotas de detención, vale no con esas palabras pero de igual manera es una buena interpretación, pasando el incomodo momento que ocurrio continuo hablando acerca de lo que harán para celebrar estos años agradeciendo a los profesores, encargados de limpieza, mantenimiento y alimentación contando de igual manera a los alumnos y padres por tantos años de confianza a la institución.

¿Dos horas? Si así es han pasado dos malditas horas desde que esta idiotez comenzó, mis pies me matan y ya no soporto a las precoces que están detrás de mí hablando de cómo quieren cogerse al director, maldito asco, al final dijo la oración que sería mi boleto de salida:

-Seguiremos dando lo mejor en esta Institución para que mejore tanto en profesores como en alumnos buscando su seguridad y la mejor de las educaciones.

Estaba a nada de moverme para poder largarme de este lugar pero las luces comenzaron a parpadear, todo se quedo en silencio esperando a que algo pasara mas nada paso y todo se relajo, mire mi reloj y daban justo las tres, y ahí realmente comenzó el infierno, las sillas que estaban atrás para que los padres o acompañantes se sentaran volaron por todo el gimnasio ocasionando que las madres fueran a por sus hijos para abrazarlos y supuestamente protegerlos, vamos que eso de nada sirve señoras, un grito de desesperación y horror nos obligo a todos mirar al ahora iluminado escenario dándonos una escena de horror, el director estaba levitando, su rostro lucia casi rojo, como si... alguien estuviera agarrando su cuello y levantándolo, un sonido sacado de las películas de terror, un crujido ruidoso sonó obligando a la cadera de aquel hombre se girara al menos unos ciento ochenta grados lo que provoco que se quebrara los huesos y que su piel se desgarrara de tal manera que su sangre salpicara y para terminarla de hacer me salpico la cara al igual que la ropa, la luz se apago, pero aun se escuchaban los gritos de dolor y desesperación junto a mas sonidos de fracturas y llantos junto con un baño de sangre, literalmente, una vez mas todo quedo en absoluto silencio siendo lo ultimo con algo cayendo a mis pies, después de unos minutos de un silencio más pesado que el de un funeral, vaya ironía, las luces se encendieron, estaba empapado con lo que ahora sabía que era, sangre, lentamente baje mi vista a mis pies mirando lo que casi me hace devolver mi desayuno, el director mutilado, sus brazos y piernas no estaban en su lugar, se notaban varios huesos rotos saliendo de su piel, su torso estaba girado y al estar desgarrado gracias a sus huesos algunos de sus órganos sobresalían y al mirar más arriba se notaba que había faltado poco para que su cuello se desprendiera, su rostro tenía una expresión de agonía y dolor, un grito que resonó por todo el lugar haciendo que todo el mundo salieran corriendo yo en cambio estaba en shock no sabía cómo reaccionar, si debía correr o vomitar, si llorar o gritar, con la poca conciencia que tenia mire a la que se supone que es la subdirectora pálida como la nieve tomando el micrófono para decir que fuéramos a la enfermería para verificar que todos estuvieran bien y que llamaría a las autoridades para abrir una investigación aunque es algo imposible tratar de averiguar quién fue el responsable de este acto tan inhumano, mas al rato se termino de revisar a todos y nos dijeron que fuéramos a los salones y que esperáramos a nuestro profesor encargado, aunque es una mera estupidez seguir con todo esto mirando lo que paso en el gimnasio, yendo a mi salón me encontré con la subdirectora y esta me llevo a su oficina para darme un uniforme nuevo porque el mío un poco mas y tenia los órganos del director como parte de la decoración de la tela, al darme el cambio de uniforme ella me detuvo para preguntarme por mi estado.

-¿Estás bien? ¿Necesitas que te paguemos un psicólogo?

Me había preguntado ella, pues claro, yo fui quien se llevo la peor parte de todo eso, gracias por notarlo, pero la verdad no fue tanto lo que sentía nada mas el shock por haber presenciado algo así por primera vez.

-Estoy bien

Comente antes de irme a mi salón, para que lo hice, en el pasillo había una chica de primer año, se le notaba a kilómetros, estaba gritando e insultando a la institución diciendo que había otras mejores que esta, mi plan inicial era pasar desapercibido, pero ese comentario fue el que más me molesto, con furia fui donde la chica para encararla.

-¿Y entonces por qué coño sigues aquí sabiendo que podías largarte cuando paso esta mierda? No me vengas como hijita de mami que se cree la gran cosa únicamente al ingresar a primer año a Riquelme Di Gracia y que para el colmo no ha recibido una clase y que ya está comenzando a insultar diciendo que otros son mejores, ahí están las puertas y son bastantes grandes para que puedas pasar aparte no hables de lo que no sabes esta es la primera vez que suceden estas cosas así que lárgate para que tu sucia existencia no manche la reputación de esta institución.

Después de humillarla en frente de todos los alumnos de todas las edades y algunos padres me fui satisfecho a mi salón y al entrar mire al cerebrito de clase tratando de tranquilizar al profesor que estaba más pálido que un muerto, jeje debería de dejar ese tipo de chistes por lo menos una semana por respeto claro, aunque me sigue pareciendo una estupidez estar aquí después de quien sabe que mato de esa manera a alguien en frente de toda esa gente, este día será mentira decir que nadie lo va a recordar dejando miedo, terror y angustia en los cuerpos y corazones de madres al dejar que sus hijos vayan a una institución tan peligrosa.