-le dije a mi progenitora luego de
n hombre que hablaba de rectitud, de derechos, de valores y más, pero que le faltaba el respeto a su famili
el
a mí lo mejor que podrías hacer es acercarte a tu padre sin que se vea obligado a hacerlo -me contestó con serieda
iene como su sucio secreto no me
ferir directamente en mi vida, él me había dicho que no podía alejarme totalmente, que en el momento en el que me necesitase debía pr
con lo
mundo de las bestias. Adoraba la manera en la que las autoras retrataban los paneles, así como armaban historias geniales, fue tanto mi afán que compré moneda
bre me hablaba mientras yo misma me tocaba. No decía pal
*
o por mi cabeza a puntos inimaginables. Una parte de mí se sentía juguetona por te
undo no solo era una cuestión de sentimientos, sino de intenciones y deseos. Tenía necesidades, pero me conocía lo suficiente como para ent
padre haría de las suyas. Desde pequeña, en las muchas veces en las que me visitó a escondidas, me dijo que toda mujer que se daba a respetar cumplirí
. Intentar dejar esos preceptos atrás, costaban muchísimo, demasiado dadas las circunstancias, no obstante, yo no podía soltarlos co
fería quedarme so
a, no serían una bomba de
directo a desayunar cuando sonó mi teléfono y c
amos hab
e paralizó por completo, me hizo fr
r, mi madre te tuvo que haber
s importante hacerlo -pidió en un tono exigente, de
ida que no voy a modificar p
eléfono de
aje, de rasgos asiáticos y expresiones pétreas, se acercaran a mí. Al ver los
negaimasu. O tōsama kara, chokusetsu
o.
o a través del campus hasta llegar a una limusina negra que nos esperaba. Miré para ver si hab
olver a mi rutina de inglés, de lectura y de consumir producciones
erta con caballerosidad mientras el otro daba la vuelta y se subía del lado del copilot
-espeté con c
ía muy bien que odiaba que le colgaran el teléfono, así que le fruncí el ceño en respuesta y me senté apartada de él. N
mayor de mi padre, el medio hermano que era
dre, pero esto va mucho allá de lo que alguna vez pensé
a confundir
e que haber confundido tú, ¿a
Vinimos a buscarla, la pondré al corri
cabeza y mirarlo dir
ieres con casa
es tan divertido
a civilizada contigo, Amaya, pero como te niegas a siquiera verme, entonces lo haremos a
e estar br
muy interesante sobre tener una hija fuera del matrimonio y la
vida, mis títulos, mis
a, hija, necesito que te calmes, que seas muy fuerte y qu
Hiro sonrió con deleite, como su no hubiese esperado este tipo d
mundo y jures lealtad -con
ock fuese brutal,
en ja
tamos que nos acompañe. Su padre ha
uedo