ebajo de sus patas. A su lado el cuerpo de su presa se hallaba ya sin vida. Su pecho se infló de satisfacción. Definitivamente e
minutos para que tres lobos aparecieron en su rango de visión, al detenerse eran más pequeños que él en tamaño más no
era inminente, cada integrante debía ser capaz de
e detuvo haciendo una i
Lord con voz plana y
ir al ignorarlo. Era el alfa absoluto de su manada, no permitiría la desobediencia, eso
ese día y comenzaron a arrastrarlo de vuelta a la mansión. El beta caminó detrás de su alfa son decir nada. Sabía que el lobo mayor estaba de un humor bastante versáti
ndo muy joven se había ganado el lugar de alfa de su manada. Él lo siguió fielmente como beta sin nunca cuestionar nada, su alfa er
cuando un sonido antinatural para ellos llegó a sus oídos. El cuerpo entero d
raran a sus terrenos sin su permiso... y el olor que lleg
ba a los humanos, eran seres despreciables y que no respetaban. Por lo que si entraban a sus terrenos solo les quedaba
no se movieran y él siguió a su alfa con una distancia prudente en caso que la situación se complicara. No h
e enterrados en esta. El sonido salía de ellos, aunque no se movieran. El alfa se acercó cada vez más, con caute
rmitente, a veces alto, a veces bajo, se apagaba, volvía, así como el pequeño movimiento en medio de
o la cabeza de uno, corriendo la tela de la capucha de piel mostrando sus rost
medio de aquellos dos más grandes sin vida. Una manito pequeña y casi azulada se dejó ver
ra como todos los humanos que se cruzaban en el camino. Se preguntaba como era que había sobrevivido, quizás era de
rpo. Allí, tan cerca, aquel sonido, aquel olor qu
erpos y bajando su nariz hasta la pequeña manito. Esta se movió y cuando lo tocó su cuerpo se
a dado cuenta que algo
go removiéndose dentro de él. Con cuidado agarró la tela que cubría protectoram
niña con ojos muy azules llenos de lágrimas, que dejó de moverse y que lo enfocó con l
obre su ancha espalda desnuda, y sus músculos tensos, muy tensos. Los copos de nieve que caían sobre él, hacía un enorme contras
mprendía. Lord era un lobo fácil de predecir... era muy básico, aunque impredecible en algunos momentos. Sin embargo, se impactó aún más cuando lo vio doblarse y a
ba descolocado, nunca lo había vist
tan gélida como normalmente era, había un brillo inusual