s contra los suyos tomándola por sorpresa. Chupé su lengua en mi boca saboreando l
Decidí dejar que su pequeño resbalón se deslizara sin
ro tiempo de recuperación». Esta muj
os que respirar, ese beso era de
esión más fuerte me consumió. Quería que nuestros últ
e llevó al infierno con su boca dejó su puta marca
en mí? Puedes hablar-. Pasé la yema de mi pulgar sob
a de vacilación
, s
e entre sus piernas. Apliqué presión a su clítoris demasiado se
sajeaba su pelvis y su clítoris simultáneamente-. Concéntrate en el sonido de mi voz y la intensidad de mi t
ó aliviada
ris con mi pulgar; mi objetivo era darle una versión abreviada del masaje
en aquí», encontrando y acariciando su
y como un loco desesperado, busqué fricción, frot
, dime lo bien q
rva de placer. Sé que stoy a punto de alcanzar el clímax-
empo y no quería arriesgarme a causar ningún d
necesito que respires
se detuvo y sol
placer! ¡Me siento como una maldita perra en celo! -gritó mientras su cuerpo te
que tu cuerpo desea-. Pude sentir las paredes de su vagina revolotear y contraerse con la acumulación de otro orgasmo. La sensación de que neces
. ¡Por favor, no puedo! -Sus frases enrev
dientes apretados-. Solo sueltate, me dijiste
asiado,
a maldita se rompió. Ella explotó todo
cuerpo se sacudió y se retorció con espasmos mien
necesitar un largo baño
na última liberación. Sabía que nuestro tiempo se había acabado, pero nec
o lo que tienes para m
. Trabajé su clítoris vigorosamente p
os estábamos empapados de sudor, y el olor del sexo colgaba espesamente en el aire. Acaricié mi sexo extend
entre sus los labios de su vagina, ahora hinchados y empapados. Esto fue una puta e
ya no tenía el control de su cuerpo. Le di una palmada
de mantener mi orgasmo. Chupé su joya hinchada entre
ección rociaba todo el suelo. Me desplomé entr
o termináramos. Se sentía como si estuviéramos en nuestra pequeña burbuja y yo era reacio a
rompió cuando comenzó a gemir como un gatito herido. El masaje yónico es muy agotador emocionalmen
desesperadamente de masajear las torceduras de sus músculos. Sabía que nuestro
tener este tipo d
su venda en los ojos, me dolían los dedos para quitársela y mirarla. Querí
la oreja-. Se acabó, t
nte escondiendo su rostro. Mis brazos, por su propia voluntad, se envolvie
contacto piel con piel serviría para tranquilizarla y hacerla sentir segura. Mir
diera un buen baño caliente. Ya había tenido una caja de costosas sales de bañ
rpo completo. Jane era una de las más buscadas en su profesión, y confiab
que ella sintiera ningún tipo de molestia. Si no pudiera estar al
eflexiones mentales po
or favor -gimió
os se suponía que debía hacer esto? Sentí que le había fallado, a pesar de
silencioso para que ella lo escuchara. Respiré ho
dejarla ir; Simple
to, aparte de sus ocasionales resfriados. Sus lágrimas se derretían en mi piel.
de nuestro tiempo juntos. Estaba agradecido por los po
o. Puse un beso casto en su frente, luego me despedí -: Tengo que irme ahora. Gracias por el hermoso regalo de sut presentación. Azul está aquí para ocuparse de tu cuidado posterior; t
das mis pertenencias a mi bolsa, sin importarme en
sa belleza. Cuando abrí la puerta, una abrumadora sensación de pérdida envolvió
llegó a mis oídos. Quien dijo que "los hombres no lloran" no sabía lo que se sentía estar con ella. Mis pies se sentían como si e
me dio unas palmaditas en el hombro,
to perdido, mientras la pesada