formación valiosa en poco menos de tres horas y estaba ansiosa por compartirla con su superior. Al entrar
o Atenea co
aso más importante", respondió la
ceño y preguntó,
de un joven cerca de un rí
orrorizada. "¿Cau
ndo todavía", resp
Atenea, desesperada por
de interrogatorios. "Ese de ahí dentro es s
entado en una silla delante de una mesa.
explicó la jefa. Ambas se quedaron mirando desd
reparaba para escuchar lo que el a
había un cristal que separaba la habitación. Atenea y los demás policías
retorcía las manos mientras miraba
mas?" Pregunt
ó el joven con l
Max, con los ojos enrojecidos y la mirada fija en el suelo. Con delicadeza, la oficial intentó
lena de objetos sellados en bolsas policiales. Con cuidado, los c
os: una pulsera, un colgante, un reloj, una camisa... En medi
mación sería vital para avanzar en la investigación. Ahora tenían algo claro, e
s?", preguntó Atenea con voz firme
el cuerpo esta mañana y hemos estado tomando huell
untó Atenea, preocupada por la fa
lo denunciara por intento de violación, a él
clamó Atenea, horrorizada. "
rece asustada.", dijo su
ionando. "No creo que haya sido ell
", asintió su superior,
jaban hablar, escuchaba en eco las voces y su
le tomó la mano desde el otro lado de
ifícil, pero necesitamos sabe
orracha, así que decidimos llevarla a casa. Mientras la a
gesto para que co
a nariz con algo que no pude identificar. Caí al suelo y, cuando me levanté, ella había desaparecido. Me asusté tanto que dec
gún detalle so
que pudo, mientras la oficia
tenía el cabello naranja. Además, traía una cicatriz e
taban cuando suc
udeaba Max. "C
labras de aquel traficante de hace apenas unas horas. "Un grupo que se hacen
a sala de interrogatorios. "¿A
tengo una pista." Contes
fecto, Max. Esto nos ayuda mucho. Haremos todo lo posible pa
ué quieres decir?" Pr
noticia. "Hayamos un cuerpo esta mañana." Se volvió a tomar otr