o era posible que esa chica se hubiese atrevido a rechazarme, a
ue reunía Las características de la chica que necesito para casarme, ¿cómo
rechazar tu propuesta, pero debes entenderlo, no todas las personas
on urgencia encontrar una esposa, mi abuelo me dio un ultimá
que le llame para intentar convencerla
a, le daré hasta mañana, est
as demás, que no tenía idea de lo que podía esperar, sus ojos negros y expresivos se clavaron
al vez eso no sería un matrimonio por amor, pero quién sabe, en el trayecto al menos podría estar cerca de ella, tocarla, besarla, respirar el Dulce aroma de su pe
y para nadie, cancela todas mis citas, necesito
zab
estaba sucediendo, y por qué no podía apartar a ese chico de mis pensamientos, además estaba lo que me dijo, me propuso matrimonio sin conocerme, no pude evitar imaginarme cómo sería mi vida junto a él, si tan solo ese matrimonio pudi
llevaba en mi interior se disiparía al menos un poco, pero cuál sería mi sorpresa, al abrir la puerta, me encontré con un panorama desolador, su sil
cía que se me iba a salir del pecho, Sentía arder mis mejillas, jamás había experimentado semejante ra
levarla a ese lugar, vamos papá, respon
ni tú ni yo podemos cargar con ella, Respo
ruo capaz de las peores bajezas, sabes que mi abuelita es lo más preciado que tengo en
esa manera, dijo mientras abofe
pienso pasarme la vida cuidándola, y tú, deja de ser tan estúpida, además ya tengo otros pl
cama, Las lágrimas salían a borbotones empapando las sábanas, había un terrible dolor dentro de mí, en muy poco tiempo estaba perdiendo a las dos personas que más me importaban, mi madre estaba muerta, y mi
que aquel terrible día por fin terminara, lloré hasta que me quedé sin lágrimas, el cansancio me venció y por fin pude quedarme dormida, y ent
l
que ya tengas a una prometida que presentarme, No me decepciones Alex, siempre
go era de suma importancia, y me podría cambiar la vida, ella lo significaba todo para mí,
uelo, le contesté altivo, es una b
e no me decepciones c
ubiese preferido que me golpeara hasta asesinarme, no soportaba que hablara mal de ella, pero
tadora sonrisa en todos lados, su olor tan particular me llegaba como oleada de aire fresco, recordando mi fracaso al intentar convencerla de qué aceptara mi propuesta. Esa situación sin duda me estaba cansando, y tenía que hace
ner, Habla
ba a salir del pecho de la emoción, pero decidí actuar
isión era definitiva, le contesté con aires de superioridad,
sería mi esposa aun cuando todo aquello se tratara de un absurdo contrato
íamos quedar