los golpes que le había propinado la enfermera, nuevamente la drogaron, pero esta vez no la dejaron en el pabellón si
cierres en esa celda día y noche y que la some
s a cabalidad, odiaba a Alexandra, la repudiaba por no haber podido con ella,
lo que se imagina esta muñequita estará convertida en una piltra
res, porque quien pagará las c
o Veronica había imaginado, no podía con la responsabilidad, no sabí
da la reunión con los empresarios que van a colaborar
o qué tengo que hacer, ya no me molestes, estoy abrumada,
, ¿Querías ser la presidenta de la compañía Cooper?, Pues
eciarme, las consecuencias para ti serán terribles, ya me conoces y sabes per
e tus sirvientes Veronica – le dijo mi
stás lastimando – conte
s, así que no intentes venir a amenazarme, porque
staba, pues se sentía expuesta y por demás vulnerable. Decidió irse temprano de la empresa, lo único qué la hacía sentir mejor era saber que su hermana mayor la estaba pasando terrible e
bujó en su rostro, disfrutaba imaginarse las torturas que su hermana estaba sufr
o, te pago bastante dinero para que hagas lo que yo
estuvo poniendo muy difícil, por lo que tuve q
aya a pasar la mano, sólo quiero que sufra, y mucho,
ra son para volverla loca, para quitarle la voluntad,
me suplique piedad, y ahora quiero ve
ve a ese lugar? Ese no es un sitio pa
leves hasta donde la tienes, y hazlo rápido porque est
ón de desagrado al acercarse. Había ratas y cucarachas por todos lados, el lugar estaba sucio y polvoriento, la joven se encontraba en el suelo, se veía desalineada y con moretones por to
rirías mejor morirte, pero es lo menos que te mereces desgraciada, apenas comienza el infierno que tengo preparado par
que estaba planeando muy bien sus cartas para lograr sacarla de la jugada en la menor oportunidad que se presentara. Veronica seguía llamándolo insistentemente, pero él había decidido castigarla donde más le dolía, así que no le contestó, salió de la empresa y fue a refugiarse en los brazos de otra mujer, constantemente le er
idades con tal de cumplir con la misión encomendada con cada una de las personas que se encontraban encerradas allí. Alexandra sentía qué se le acababan las fuerzas, cada vez su mente divagaba p
de aquí y me vengaré de todos los que me hicieron esto, no te saldrás con la
narlo todo. Y así fue pasando el tiempo, cada enfermera, médico o guardia de seguridad que intentaba acercarse a ella, recibía fuertes golpes, mordidas, arañazos e insultos. El director pensaba que se les estaba pasando la mano con los medicamentos, así que decidió disminuir la dosis, y ya no inyectárselos directamente, puesto qué sería much