n una mujer y cometer locuras para poderla tener a su lado, casi tiene un oscuro final, que,
o, sino perdonarse y perdonar, para
rthur H
s des
entos de por medio. Creí haber estado enamorado, pero sólo fue una obsesión. Isaac me recomendaba ir a terapias para sanar mi pasado, ¡claro! Uno muy podrido, por cierto. G
teníamos apenas una semana de nuestra llegada a Londres, y ya por las noches después del trabajo, me iba a los antros, ahí se conocen a las me
en en estos lugares. – dice gr
damos y bebemos nuestros tragos
?! – digo a
os estás? – di
ión. – ya me encon
te al trabajo, pues si te la pasas m
te enojes. – dig
– cuelgo si es
acerca una mujer exu
de la cintura y ella pega
parte. – dice
ra manejar. Llegamos a un hotel, la recepcionista nos da la
a ropa, hace lo mismo, se acomoda arriba de mí y comienza a besarme con pasión. Hace
ana sigu
mujer de anoche, recordando lo que pasamos. Me visto y me voy a mi departamento, me doy una ducha, saliendo me pongo un traje gris
no deja de comerme con la mirada, quería pasar una no
saac ya estaba ahí con
a hora de llegar
y me gusta divertirme
quí. Tú aceptaste hacerte cargo de la empres
dré los fines de sem
levanta de la silla
drea un café y que, si ya llegó Julia, mi as
nunció por su embarazo.
que sea responsable. –
a encontrar una
rometí a mi tío, sólo salgo los fines de semana al antro, he estado con muchas mujeres por una noche, pero ha
– entra Gilber
digo concentrado
ugar de siempre?
la nuevamente. – digo y é
o esa mujer. - Dice co
estable, sólo una buena amante que me lle
iempre. Como siempre me acompaña mi mejor amigo. Nos sentamos en la b
buen cuerpo apoyando su mano en mi hombro,
gar, nena. – no
– dice la rubia y é
voltear se trata de ella, la mujer que tanto d
guido por aquí. –
agarro de la cintur
. – dice y comi
s? – le pregunt
ce aun cerca d
me mira in
mos a bailar un rato y me invito a su d
ón psicólogo, él mismo se encargó de hacerme la cita con
sr. Harrison. – sa
r. Adams. – salud
izo tomar terapia. – pensé que eso s
ado, ya que todo por lo que había pasado, fue reciente, y pues vimos el cambio de la empresa de m
ipio hasta los hechos que te cambiaron la vida
iento de papá, ella se volvió a casar, nos mudamos de Los Ángeles a San Diego, ahí conocí a Roxana Williams, la hija de mi padrastro, ella más pequeña que yo y mi madre la cuido como si fuera t
ahora me dirás que pasó para tomar terapia. –
me obsesioné con una bella mujer, su nombre... Katherine Smith, ella estaba enamorada de mi r
. – dice poni
a ayer... - digo preparán
os para otr
o será un camino largo y no solo de mi pasado sino también de lo que me espera de ahora en ade
n Bárbara, de hecho, nos hicimos amantes oficialmente
la segunda sesión y ya no quiero seguir con esto,
me saluda y me
e siento un p
r a Katherine Smith? – pregun
anté las ganas de retenerla conmigo, creí que me había enamorado, pero no fue así. Tanta fue mi obsesión con ella que ya estaba preparando mi
stigo? – pregunt
deprimiera. – siento correr unas lágrimas por mis mejillas y
Roxana, me la llevé conmigo aun arriesgándola, donde casi pierdo la v
eda seguir, pero me pidió más sesiones, quiere saber si creo estar listo en un futuro de