uvieras listo. ¡Eres un inútil Mauro! Si sigues así le voy a tener qué decir a mi padre que te de
ente Mauro seg
do sordo? ¿Por qué no te mueves imbécil? ¿Dó
que levantaba la cabeza para alcanzar a escuchar mejor. Cruzó las piernas y encendió lentamente un cigarrillo con una absoluta tranquilidad muy característica en él, recargó la cabeza
viente pudo ser escuchada muy clara y transparente
d tiene por la pradera en caballo ya no se harían más, me prohibió ensillar el caballo.
n con mil demonios! __Refunfuñ
na que me prohíba darme ese placer. Así que ensilla el caballo, pero ya, porque si no lo haces lo haré yo
transparentes brillaron de una manera intensa. Apagó su cigarrillo en el cenicero y después, muy despacio, metió las manos dentro de la chamarra de c
o al joven zarandeando a
ló Alan Peñalver
elta y sus ojos brill
híbes? __Le pregunt
prisa y comenzó a caminar de nuevo hacia el pe
te__. Yo también voy a hacerlo, ayer
am pálido por la rabia que ardía e
n emitió una r
vives para tus propias satisfacciones, y sé que te importa muy poco cómo estamos
guió di
e convierta en un pobre cuervo, de
ndo me interesa. ¿Lo entiendes? Ahora se trata de que quiero
ancia, un porte que abrumaba al muchacho que lo contemplaba con
Alan, sin que Sam se diera cuent
e ti. Sabes muy bien que no soy tu padre, ¿verdad? Y no me explico todavía cómo demonios te enteraste de eso pero me tiene sin cuida
fue tu padre. Sabes muy bien que no era y nunca fue feliz. Una mujer que no conozco te trajo al mundo y yo te reconocí como mi sobrino porque eres el vivo retrato de mi hermano... Sin dudarlo te di mi pro
la pradera? Vamos Sam sé razonable, y no me incites a come
sería suya, aunque faltaba mucho tiempo para eso. Porque Alan era joven, fuerte, muy culto e inteligente. Era un hombre que codiciaban muchas mujeres, y por esa razón también lo o
ue esa pobre muchacha, esa chiquilla inocente e ingenua, no merece q
Don Cástulo, me gustaba mucho que lo hicieras. Es más, me sentía encantado porque creía que ha
encilla pero muy atractiva, y que es capaz de volver loco a cualquiera con esa hermosura y que carece de civilización.
s totalmente inexpresivos miraron fijamente a Alan, vi
casi entre dientes, como si Alan
ó a su tío y
me con ella? ¿Acaso
ombros despreocupa
uviera la seguridad de que la haría
on la boca abi
o de ella? __Le preguntó Alan escudri
la c
pueblo, he escuchado hablar de ella, y se dice que vive como una salvaje, que anda descalza y en harapos. Cuando ve a la gente corre al jacal donde vive con su abuelo y no salen de ahí en todo el invierno. Y que ahí ellos dos, pasan las n
saliva. Porque sí, él sabí