ir
días en los que me mantuve con miedo a ser encontrada antes de llegar a mi destino,
con Abel
losa de matar, mi cabeza ha recreado tantas imágenes de lo que podría pasarm
pue
o al frente de los clanes no soy más que la hija de Oshiro y Adelaide Uchima. Los clanes asegur
una mujer pueda liderar sin un hombre, y papá no tuvo
cada lugar. Tengo que estar atenta, mantener mis sentidos más que alerta por cualquier altercado que pueda pasa
legirlo a él. El pensamiento de que él tiene que ver con la muerte de mis padres no me abandona. Ambos
¿Por qué se sacrificó? ¿Sabía lo q
Cuando llego al punto exacto, soy i
ucha en la cabeza. Abel me mira desde su asiento, tratando de asimilar que hago aquí. Y lo entiendo
a mí. No puedo evitar que mi respiración se descomponga
Trago saliva, evi
padres aceptarían, antes de que fueran asesinados. La org
ormes ojos azules
única salvación- No creas que no sé porque estás aquí. Tus padres están muert
o con la intensidad de
casarte con la hija del señor Uchima, sería tonto negarse
demente, un salvaje que no respeta a nadie. Era lo que mi padre decí
r entre dos diablos
o para mi organización.- Sé lo que valgo. Quien se case con la hija del Oshiro Uchima, hereda
cisiones, me entreno para ser la líder, pero ahora ya no está. La
ro bajo mi atenta mirada, expulsa el humo lue
mejor que estar muerta o bajo las manos de Masashi- Serás m
los débiles, tuve que aprenderlo a las malas. Y aunque sé que está no e
ya él me quiere como su esposa. Quiere el poder que eso le daría. Camino a paso lento. Hay p
e. Y solo me ven como un premio para su organización. Al llegar, lo m
él, soy yo quie
, pero eso no elimina que sea un monstruo. Un monstruo al que tengo que usar para m
s palabras del padre. No le presto atención. Vuelvo en mí cuando
cia mi nombre- ¿Aceptas un Abel
adres viene a colación, pero no es lo que me insta a decir que sí, es el rostro de mi cazador lo que me
e momento siento los labios de Abel sobre los míos. Unos labios calientes, poderosos y con hambre de mí. Unos la
o pero como todo: Es una obligación. En un mundo gobe