hora se encontraba, sentada a la mesa, con el papel
puesto. Tal y como decía Amy, era mucho tiempo
Al carajo, necesito intentarlo!- tomó el papel y su celular, se dispu
Ho
att
Quién es?- p
me diste tu
zaba a perder las esperanzas, me desilu
cupaba si tenías la edad suficiente para
rte, no dejes que mi cara te engañe, en un par de meses
ago, pero soy mucho ma
encia, no es nada que me preocupe... y
, a qué hora sal
mbién mi día de suerte- se escuch
ogareño, ya sabes a lo que me refiero- dijo con voz l
es en serio?- pre
claro que sí
quiero... tu dame la direcció
na hora, si para entonces no estás aquí... no te molestes en
o que
dirección... ah,
Si
sonrisa en los labios. -bien, ya no puedes echarte atrás Ámbar, disfruta
prepararse para re
gero, suelto y corto vestido, con hombros desc
más tarde, su timbre sonó anun
iéndose a la puerta, al abrirla se encontró con u
ano detrás de él, y Ámbar rió al ver
gesto - dijo tomándolas-adelante, pasa-
ita
ntico, ella solo quería liberación... Caminó hasta quedar frente a él. -¿Quieres tomar algo?, sería bueno que te hidrates, pronto estarás sudando mucho..
adelante cortando la distancia que los separaba y tomándola de la cintura- eres muy guapa-susu
el contorno de su cuerpo, hasta que llegaron a sus glúteos y la oprimieron contra su pelvis, para que sintiera en bulto que comenzaba a endurecerse. Ámbar gimió dentro de la masculina boca, sintiéndose complacida por lo que sentía, extendió una ma
abiertos, mientras ella se senta
ó que ella lo dejaría así. Fue a quitarse las prendas apresuradamente pero la voz de Ámbar lo detuvo- Así no,
nte, descubriendo un cuerpo atractivo... juvenil... todo lo contrario a lo que sería el cuerpo de Samuel... Cuándo él se libe
onrió cuando tomó firmemente su masculinidad y lo escuchó gemir al tiempo que se estremecía- estás
erlo allí, disponible y temblando, a la espera, pero no era el único, ella misma ardía por dentro, sintiendo como su cuerpo, tal como un volcán que amenazaba con erupcio
es bien tu trabajo- separó sus muslos, dándole un visión rápida de su paraíso- te daré una exquisita recompensa, si no, deberás vestirte e irte de mi casa, Matteo... si quieres estar dentro de mi, solo hay una manera de convencerme -separó aún más sus piernas, y la respiración de Matteo se aceleró