portante de su vida. Con su cabello recogido en un elegante moño y su vestido blanco impecable, se sentía lista
steriosa que parecía observarla fijamente desde las sombras. Su mirada penetrante envi
rado con cada movimiento. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de ejecutar el difícil pas de deux
había desaparecido. El misterioso espectador había desaparecido también, dejando a todos preguntándose qué había sucedido. El t