o dejare que el me lo arrebate, si tengo que ir a la policía lo hare, si
í. Siento sus manos cálidas y volteo enseguida a mirarlo, nuestros rostros quedan tan cerca pero me
me parece
e que ayer se ofreció ayudarme, afuera del c
migos aunque en estar lugar seria de aliciente, me ayudo a levantarme y camino hacia la salida de
atrapada y si saber a dónde ir solo quiero correr a
parece que puedo confiar en él, nece
e está el se
co -claro, no puede desaparecer por completo si
e aquí co
luego me miro a mí. El corazón
salir a buscarlo o quedarme de nuevo a voltear esta casa pat
pedirme
mi confianza, me parece un chico noble, me inspira confianza-, yo puedo llevarla a dond
chofer que sin chistar estuviera dispuesto a mi voluntad, sin que
ver
.-algo me hizo sentir muy incómoda de aquella inocente y nada malici
la empresa
ser superior, era un monstruo, mentirosos, a
as casa y dejar atrás autos y personas, me sentía incómoda de ver siempre en ese pequeño espejo la mirada de Archi sobre mí, co
un bicho no lo sé, pero era insistente, obsesivo y cálido, no necesitaba más tormentos en este momento, estaba por decir
los Sanlúcar, el banco más grande y productivo de
saliendo, todos con trajes pulcros y zapatos brillantes, ma
nzando a un ritmo acelerado donde habí
cara a ese mentiroso era lo suficiente para abrir ese grueso cristal. El interior era un espacio l
en la parte superior, me sujete del pasamanos de madera y subía dos escalones
rchie detrás de mí pero yo no voltee a ver al pobre hombre, con la c
l tercer piso en el que imagine que
se detrás de una puerta enorme, tal vez con su nombre en grande, p
nde
me intimida, no me hacen sentir avergonzada por irrumpir en un junta tan importante del
, hace una seña a una chica sentada frente a
eré a la dama, reagendare la
ntonces cuando al verlo tan calm
cia del lugar tanto como lo es la casa.
mis ojos y mucha rabia, me provoca tanto
Me toma de la muñeca y me lleva, confió en su
ene a mi hijo, lo distrae con una sonaja, está feliz, mi hijo está tranq
, yo sí, lo extraño corro y lo tomo entre mis braz
oficina y escucho co
e así, ¿alejarlo de m
paseando en la casa como si todos fuéramos una bola de psicópata
ensa-, lo cuido y lo alimento
o agradezco, lo ha
ación, el es tan diferente, serio, distante. Viste elegante, sobrio, su cabello esta
casa era pequeña pero la hubiéramos podido llenar de amor sabes, me hubiera encantado que así sucediera. Que realmente hubieras sido sincero conmigo que me contaras de esto, aun no entiendo porque me trataste así, y deseo que me lo
e mi, analizándome
eluche, un par de pelotas de colores y una sonaja, vuelve junto a mí y me invita a sentarme en un largo sofá de pieles que decora su oficina. Tiene una vista fantástica desde aq
cristales la ciudad moverse afuera mientras todo
ero tranquilidad con la que me pide las cosas, soy tan vulnerable que puedo ceder con
a en sus ojos, me quedé dormida observándolo y fue hasta que sentí sus labios pro
un lado y por el otro, me sentí en las nubes, mis pies n
erentes como más carnosos, siento que no lo alcanzo, como si hubiera crecido u
ro, sus ojos, deseo su contacto más que nada en este mundo, jadeo por su ímpetu sobre mí, siento que desea devor
se de propuesta es esa? Lo empujo y le plato una cachetad
o es diferente su brusquedad, me domina, es posesivo y cálido. Me estremece, mi cuerpo es vulnerable a
suspiro y él sonríe al saber que me posee con tal facilidad, no qu
e, desabrocha un poco mi blusa y toca con la yema de mis dedos en el interior,
deje de