img Diario de una ninfómana  /  Capítulo 2 CAPITULO 2 | 18.18%
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Historia

Capítulo 2 CAPITULO 2

Palabras:2566    |    Actualizado en: 16/07/2024

NGE

, donde preferí masturbarme antes que llegar temprano al trabajo, al llegar me echaron, al parece

s ese trabajo ya me tenía aburrida y si no m

era dejado conservar mis tarjeta

od

o

te

mente

ta fast

n es un ro

e bar y bar, tomando trago y cogiendo a todo el que

el sexo te van a terminar mat

un hombre en uno de l

dedicas? -

y a beber

ue el hombre quería sab

mpo intentó no aceptar que su hija era una adicta al sexo, hasta intentó ayudarme a esconderlo de mi padre. Pero un día mi padre me enco

rrepi

ba como quería, y

n culp

e desde pequeña me ha gustado explorar mi sexualidad y com

os que estaba acostumbrada y me dijo que hiciera como si no tuviera padre, aunque eso no fue nada nuevo para mí, él nunca estaba en casa, nunca pasó

gunté si algun

años, cuando entendí que solo bastaba con

a torcer, así que, salí a la vida a valerme por mi misma. Después de que me echaron de la fábrica, unos d

a desempeñarme en lo que había estudiado, mi madre antes de irse me dijo que procurar

¿Entienden que es un adicto? Necesita de su vici

ersión, la compañía de los amigos y lo que es peor del sexo, hay cosas de las que un

ndo pasar mis mejores años y puse un freno, así que, me imaginé una manera un tanto peculiar, pero que me resultaría muy efectiva, ya que

a, me siento mejor comenzando el día por el desayuno. Me enjaboné con gel hidratante, tarde 20 minutos en hacerlo,

o su nombre

o recur

uro como la noche, tiene unos ojos grandes de color avellana, un cuerpo bien cuidado, sus labios s

es basta

de mar

lo mismo

n buen día coincidí a una hora un tanto menos estresante, hablamos, nos caímos bien y acab

quedan 45 minutos para que Mark

Lo saludo apenas

mi ya tan grande ego, saber que te desean, que te miran con hambre, s

ado? - Su voz varonil, grave y ras

ro fijamente, desde aquí puedo ver el eno

rro la puerta tras de mí. El espacio que di

empieza a chupar mi centro, le encanta abrírmelo con ambas manos, tira de los labios para ambos lados e introduce su lengua en la parte interna de

absorbe si como intentara digerirla, un gemido salé de mi boca, entrelazó mis dedos en su cabello, hago que su chupada sea más profunda, llego a mi limite, y me cor

acer infinito. Eso fue rápido, pero no por eso significa que no lo haya disfrutado. Ma

mojados, debo admitir que no me molesta, sencillamente me subo las bragas

que te de placer? ¿Crees que soy un juguete sexu

? Pensé que todo lo h

me suelto d

e queda allí mirándome, con una reveladora erección en su pantalón. Supongo que irá a masturbarse como un loco, sonrió, no sé si tiene suficiente tiem

a estos dramas, de hecho es a lo que mas le huyo. A los dramas inne

una parada del metro, entró en mi oficina, dejo mis cosas y comienzo a trabajar, a las 09:30 a.m. comencé a repasar todas las tar

secretaria entr

una reunión con la Srta. Raquel, el sr. Carlos y el joven Ric

o que puede terminar siendo jefe, dicen que las mujeres somos atraídas por los hombres con poder, no sé si será ver

e todo lo demonio que es. Sus pestañas son largas, las cejas pobladas, labios delgados, exquisitos para comérse

mi oficina a repasar el informe q

abia que odiaba

o fija

mbién sé que odia

lvada, sabía que lo hab

dad, viene a repasarme a mí. Me levanto de la silla, camino hacia él, lo

a reacción adecuada, después de un corto tiempo de empezar, Richard ya tiene su miembro duro y caliente, me arrodillo ante él, le bajo lo

edad temprana, cuando lo hice me sorprendió la facilidad y el talento que tenía, eso ocurrió un domingo a las 16:30 horas, lo

a ver a

planeta, como si nun

ver a m

én hay de resp

mente, jugueteo con el escroto unos minutos, después busco los testículos con la

ha su cabeza para atrás, se nota que lo tengo en el lí

s se encuentran con los suyos, la mirada e

ande, sujeto el miembro con una mano y dejo la otra libre, para así, chuparlo con los labios, darle p

r penetrada. Me quito las bragas, me subo la falda, me subo en el sofá con las piernas separ

completo, cuando la piel de mis genitales roza con la suya siento un escalofrió

solo me gusta cómo hacemos e

ahí vamos, me retuerzo tanto como puedo, Richard, se extiende hacia mí, mientras palpa mis pequeñas, pero bien formadas tetas, le agarro las muñecas y lo dirijo hacia la dirección adecuada, me encanta cuando me pellizca

renalina se me dispara, jadeo y gimo, suspiro sonoramente, en la búsqueda incesante del orgasmo, cuando lleg

e levanta

s horas antes, simplemente me rio, no sé porque últimamente me dice

or qué cuando eres sincero con las personas, y ellos no cumplen el trato, qu

una sonrisa

ficina, espero que no se esté enamorando, es lo que menos deseo en este momento, el chico sabe coger bien

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