, señor
n de quitársela de encima, pues no era la primera vez que un
ntó la mano en un rápido movimie
r notado al escolta o estar ignorándolo por c
o un pozo azul en el que Albert podría hundirse, se veían
vergüenza, sin embargo, por la forma en que ella se aferraba a
s brazos invitándolo a la cama, pero sí era la primera vez que
leza tan impresionante de esa mujer. Albert tragó s
ó si dejar de mirarla a lo
stoy lista para entregarme a ti... - Prácticamente, ronroneo
una señal a su escolta que solo significaba una cosa, h
fiesta, sin embargo, alguien l
me salón, buscando el único motivo por el que había asistido a la fiesta
tiempo, Gianfranco decidió volver por su novia, primero fue a la mesa, pensando que ya
nde se había metido esa mujer?, ya que no había logrado dar con el tal Collins, por
e meterse en el baño de damas, cuando la mano de u
ranco,
cia su amigo, mostrándose confu
Soltó el hombre, capturando todo el
anco comenzó a mirar los alrededores, es
a se
cticamente escu
sostenía la mano de uno de ellos, con mucho... Cari
ianfranco, perplejo. - ¡¿Con quién se fue?!, ¡
anco. - ¡Los vi de espalda y estaban de lejos, solo sé que eran dos hombres y
mujer que había invitado a este prestigioso evento, a la que le había pagado vestido, zapatos y estilista,
dría ser que todavía pudiera encontrarla, pero por más que dio vueltas, él no vio ni un rast
ien se marchó de la fiesta, indigna
quien no se le despegaba de un lado, todo lo contrario, ella no par
Albert la tomó por los
to a lo que estaba sucediendo
rácticament
iento y sonido de esa hermosa mujer era como una
tó viéndola fijamente, pues ella n
lo sabría? - Respondió ella
nces d
ándolo confundido, ¿acaso es
quién
s y sosteniéndole la corbata para acercar su rostro, él pudo senti
? - Le susurró Al
- Sonrió ella con incredul
ombre... - Murmuró Alb
quien prácticamente saltó sobre Albert, estampándole los labios con furor, para separarse
que le dio la mujer. - ¿Cuál es tu apellido, Megan? - La mano de él se desli
rpo ante su caricia. - No quiero seguir hablando... Bésame.
n lado para otro, sus manos apretaban y acariciaban hasta donde podían,
os botones de la camisa de él, puesto que y
co más, Megan... Ya
con la visión nublada, ella bajó su rostro, aferrándose al brazo de su acompañante
ía ser un caballero e intentó ofrecerle algo de tomar a Megan, pero el
capaz de separar los labios de los de ella y tan lle
vuelta para comenzar a desabrocharse la camisa, pero luego de un momento, instintivamente
gan estaba de pie a un lado de la cama, completamente
arcando la belleza de su feminidad, esos mechones de cabello rubio que destellaban, los labios
o al frente, prác
lizando con delicadeza una mano por la mejilla de el
Te deseo como jamás había deseado nada en el
ellos dos, Albert se lanzó sobre ella lujurioso po
, desesperada, Megan prácticamente comenzó a jalonear la
ella, saboreándola, Megan se retorcía bajo su cuerpo. Los gemidos y queji
do con varias mujeres y por supuesto, fue placentero, pero
n sueño hecho realidad, ella no lo había hipnotizado,
eso, tal como se lo había dicho Megan a él: "Eres el hombre de mi vi
a una y otra vez ante los movimientos de Albert, para cuand
odó en medio de sus piernas intentando adentrarse en ella
ra virgen?, ella estaba esperando
ás, por lo que él se detenía, para no lastimarla, pero ella parecía desesperada, no paraba
lentamente en la intimidad de ella, arrancándole un grito, al mismo tiem
ertenecía, él había sido e
fueron suplantados por gemidos nuevamente y los movimientos de Albe