img Me acosté con mi Jefe sin saberlo  /  Capítulo 5 5. Vestido cardíaco. | 15.15%
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Historia

Capítulo 5 5. Vestido cardíaco.

Palabras:1879    |    Actualizado en: 16/09/2024

A ZAM

de febrer

os. No puedo creer como ambos perdieron los papeles y terminaron susurrándose de lo lindo frente a las asistentes. ¿No se su

trato de confidencialidad, así como lo

os, pero la superé y eso es lo importante. Me estoy alistando para el almuerzo con la

pero él insistió tanto en que terminé aceptando y fu

ciones. Pego un brinco cuando veo la hora, deb

salida tía -respondo a s

sperará en el restaurante mientras debo pasar

días y que no podemos conversar allá porque las paredes tienen oídos y cámaras. Por Mónica m

nga de él mejor, hay algo que no me cuadra y me causa escal

o voy a un salón porque lo que van a hacerme allí es lo mismo que yo me haré. Debido a uno de mi

SAN

ablando! -exclama m

iar. Judith Paz de Sánchez es una excelente esposa, madre, artista y tiene varias galerías de arte por toda España, pero cuan

dre

si se hubiese vuelto loca-. ¿Cuándo coj

nos informaste? -cuest

ado-. ¿Paola? -ella asiente-. Estoy cansado de decirle a esa mujer que lo de nos

olpe con su ser

lores y a ser un hombre de verdad, no ningún niñato que quiere meter el pito en cuanto

y sé que algo se trama, pero qué es lo que debo averiguar

no soy un crío que no sabe lo que hace -medio

usador- ¿Cuándo pensarás presentarnos una novia oficial? ¿Cuándo me vas a dar nietos?

saber cuando darnos un nieto, los dos sabemos perfectamente que tener

ieto, así sea por vientre en alquiler, pero que quiere a alguien para consentir. Veo a mi padre quien

a contigo

papá-. Me acompañ

sin dar crédito-. ¿qué tiene

tente y no le dijis

ga.

te acostaste co

les ex

El jodido crío no podía guardar la polla en sus pantalones... ¿pasará lo mismo que con Sabrina? -me tenso ante la mención de ese

forma una algarabía po

eas por volver a meterle la polla a

*

mi auto. Sus piernas kilométricas se ven brillantes, enfundadas en aquellas sandalias de plataforma n

s y hasta más. Su cabello cae en ondas por su espalda, el delineado de sus ojos profundiza su m

Sánchez -me saluda com

ios. Su olor a vainilla inunda mis fosas nasales, con ese olor vienen rec

iono rápido. Tomo su mano, dirigiéndonos al interior d

acompaña. Conociéndolos su cara estará en unas horas en tod

tos de mi cara de gilipollas c

dirijo al salón. La

problema, seño

s, me ve con sus

uina tira de mis labios. Suelta el agarre y me doy

ía mentirme a mí mismo, sabía que estaría aquí... solo espero que no arme uno de sus dramas, porque no esto

is padres. No me aseguraron que vendría,

ensa. La pelirroja intenta darme un b

mera vez estoy viendo a mi madre con

rostro, con educación lo saluda. Madre aprovecha y se lleva a Paola lejos de nosotros. N

rano -le frunzo el ceño a mi padre, ¿esto a qué vien

stá muy apuesto,

que normalmen

erra la boca sin saber que decir

ruboriza más de lo que ya está-. No quise que

romeando -le aclara-. Si me permite, me gusta

ersación más profunda? ¿acaso está pensando en engañar a madre? Porque no es por desmerecer la belleza y poderío

uenta el camino que están toma

do a sentirlos, y mucho

anos. Sé que quiere preguntar algo... en estos seis dí

osos ojos azules me observan. Su mirad va de mis ojos a mis l

onversación conmigo? ¿y cuan nece

o escote que me tiene con los testículos cargados. Pagaría millones con tal de follármela en un mus

Acorto el espacio entre nosotros-. Y con respecto a su segunda pregunta, su presencia es más que necesaria Seño

a gr

nos segundos de ella o definitivamente haré

da por un segundo-, aunque pensándolo bie

ambrano y puedo permitirse lo que desee. Si

olo llamado tendría a alguien del catering, pero nec

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