escuché un susurro detrás de mí y cer

no ha dejado de venir a saber cómo me encuentro, si s

mejores cosa

verd

n casa, junto a tu esposo e hija? Además, est

¿o acaso ya no

que ya no tienes que arriesgar tu

yó su cabeza en mi hombro-. Nos iremos de vacaciones un par de días, ¿por qué n

a la perfección que

en tu trabajo. Tú solo te quedas aquí, bebiendo y

voy

or

o y sonrió-. Estoy por creer que me quieres inducir a una cita

bromeó, encogiéndose de hombros-. Tú solo di

o la vista a una de las p

darme lo qu

ante es esa mujer. Han pasado quinc

ara mí - suspiré -.

nte y delicado para mí. Aunque hace unos años creí quererla, ahora solo me queda la

a opción que ir con ellos de vacaciones. Nunca debí h

erdos de mi Viola. Todo lo malo y lo bueno que viví junto a la mujer que he amado se quedó atrapado en el aire y ahor

e que vendríamos al lugar en el que nació y murió mi amor. Respirar este aire me transporta al pasado. No puedo evitar sentir la nostalgia. Siento deseos locos de ir a

ió Sam en cuanto baja

S

te, me dijiste que podía quedarm

el trato era si t

- soltó una risita-. Como ya es

iente dinero para

a hebra de tu cabello

mé tanto hasta que perdí la razón y destruí mi propia

rrándose de dolor. En cada rincón de esta casa hay pro

mosa - aludió Logan, con la p

é el jardín. Es

deben estar

el momento. Le hice la promesa hace años sin pensar, cuando cre

er lo feliz que es ahora. Al fin tiene lo que un día destrozaron sin piedad. Logan es perfecto para ella, p

maleza las consumió por completo, al igual que el alto pastizal.

de vidas y muy bonitas y suspiré. Debí quedarme a cuidarlas, después

a que nunca hicieran falta, pero ya no queda nada más que malditos recuerdos que par

r se ve mu

l jardín sin prob

n claro, antes de dar la v

raviesa e inocente, su boca llamándome a probarla, sus descaradas insinuaciones para que la hiciera mía en cualquier e

ue debía atraparlas en mis manos y acabarlas hasta asegurarme que no quedara nada de ellas. Que no podía sobrevivir en este mundo si mostraba al mundo un ápice d