as. A pesar de que trabajo en el único restaurante costoso del pueblo, la única temporada buena es cuando hay ferias o visitas de
pañemos en su nuevo proyecto. Acepté sin titubear, pues, ¿quién no aprovecharía una oportunidad de cambiar de vida en un lugar donde sí se puedan proyectar metas y sueños? Aunque hay
mis padres. Lo que más deseo es que dejen de trabajar de por vida. Ellos merecen un
a vida. Pero los sueños de volar muy en lo alto para llegar a ser todo lo qu
uera la última vez que lo hiciera. Con lágrimas en los ojos,
ntender tus sueños. Aunque nos duela ver partir a nuestra hija mayor de casa, r
rso de mi mano las lágrimas que brotaron de mis ojos-. Haré todo l
que sacrificarte po
emos muchas más oportunidades que acá. Mis herm
ar los mimos de mis padres. Ellos son las persona
i estando tu sola en esa ciudad? Hija, nosotros te agradecemos inmensamente todo lo que haces po
amá. Todo por darles el
Sin duda alguna los voy a extrañar cada día. No quería salirme de sus brazos,
usión a la gran ciudad que queda a cinco horas de mi hogar. Verlos despedirse de mí a través del retrovisor provocó una p
ando el volante y dejando que más lag
legar a ella, y, que además se encuentra en mal estado; el segundo camino está pavimenta
rgo, ya que la carretera del segundo cam
ocidad o calentaría el motor del auto. Mas el ardiente solo hace que todo sea mucho más complicado para un auto tan viejo y que estuvo averiado durante muchos años. El
na mujer mayor y de cabello relucientem
edí amablemente-. Sí, voy
la por ahí - sirvió el café en una pequeña taza de co
solo me dediqué a tomar de la taza de c
. Además, nuestro señor siem
a. Sus ojos tan negros como su cabello, me observaro
ora en el reloj que colgaba en la pared de atrás y luego volvió a mirar
ñora - pagué por el café, y antes de que pudier
e ilumine el camino - dio media vuelta y desapareció por l
la luz del día cada vez se apagaba más rápido, pero lo que más m