Alicia lleva una vida común y corriente como cualquier ser humano. Una joven de gran corazón, honesta y trabajadora, la cual se gana la vida como camarera en el único restaurante lujoso de su ciudad. Para llegar a ser alguien en la vida, Alicia decide emprender camino a otro lugar. Una ciudad grande y llena de oportunidades es la única salida que tiene a la mano, pero todos sus sueños quedan atrapados en el paso prohibido de la montaña. Alicia se enfrentará cara a cara con aquel misterio en el cual se ve envuelta y se encuentra oculto en las profundidades de las montañas. Alicia tendrá que elegir entre sí, aceptar su nuevo destino o escapar de las garras de la muerte.
El vivir en un pueblo tan pequeño, donde las oportunidades de conseguir un trabajo estable y que sostenga cada gasto, son casi nulas. A pesar de que trabajo en el único restaurante costoso del pueblo, la única temporada buena es cuando hay ferias o visitas de alguien de afuera. Es como único que en el restaurante se vea gran movimiento en masas, porque el resto de año, el trabajo es bajo.
Mi jefe; el Sr Torres, ha decidido expandir la cadena de sus restaurantes a una de las ciudades más grandes del país, por lo que me ha pedido a mí y varios compañeros más que lo acompañemos en su nuevo proyecto. Acepté sin titubear, pues, ¿quién no aprovecharía una oportunidad de cambiar de vida en un lugar donde sí se puedan proyectar metas y sueños? Aunque haya nacido en un pueblo, no quiere decir que deba permanecer hasta morir en un lugar que cada vez tiene menos habitantes. El pueblo es sumamente pequeño; todos nos conocemos con todos.
Quiero ser alguien en la vida; estudiar, conseguir un buen empleo y poder ayudar a mis padres. Lo que más deseo es que dejen de trabajar de por vida. Ellos merecen un gran descanso, luego de todo el sacrificio que han hecho por mis hermanos y por mí.
Duele dejarlos, después de todo, mi familia es lo más sagrado que tengo en la vida. Pero los sueños de volar muy en lo alto para llegar a ser todo lo que deseo en la vida, es la gran fuerza que me hace seguir en esta nueva etapa.
Mi madre se sentó en el borde de mi cama, mirándome como si fuera la última vez que lo hiciera. Con lágrimas en los ojos, me extendió un pequeño rosario negro y lo tomé con una sonrisa.
-Llévalo siempre contigo, hija. Nos vas a hacer muchísima falta, pero sabemos entender tus sueños. Aunque nos duela ver partir a nuestra hija mayor de casa, respetamos la decisión que has tomado. Además, nos sentimos muy orgullosos de ti.
-También los voy a extrañar como no tienen idea - limpié con el dorso de mi mano las lágrimas que brotaron de mis ojos-. Haré todo lo que esté a mi alcance para que puedan venir conmigo cuanto antes.
-No, hija, no tienes que sacrificarte por nosotros - se negó.
-Yo lo decidí, mamá. Allá en la gran ciudad tenemos muchas más oportunidades que acá. Mis hermanitos podrán estudiar y ser alguien en la vida.
Acarició mi mejilla dulcemente. Como voy a extrañar los mimos de mis padres. Ellos son las personas más cariñosas que puedan existir en este mundo.
-Todo llegará a su debido momento, no te fuerces o puedes llegar a enfermar. ¿Quién cuidará de ti estando tu sola en esa ciudad? Hija, nosotros te agradecemos inmensamente todo lo que haces por tus hermanos y muchas veces por tu padre y por mí, pero lo que menos quiero es verte enfermar.
-Yo vivo por ustedes, mamá. Todo por darles el mejor de los futuros.
Nos abrazamos fuertemente y por largos minutos. Sus abrazos son tan cálidos. Sin duda alguna los voy a extrañar cada día. No quería salirme de sus brazos, pero debía tomar camino para que la noche no me agarrara en medio del camino.
Luego de despedirme de mis tres hermanitos menores y de papá, subí al viejo auto que pertenecía a mi padre y partí con ilusión a la gran ciudad que queda a cinco horas de mi hogar. Verlos despedirse de mí a través del retrovisor provocó una punzada en mi pecho. Si pudiera los llevaría conmigo sin pensarlo, pero primero debo conseguir un lugar estable para vivir.
-Los extrañaré mucho - susurré, apretando el volante y dejando que más lagrimas se deslizaran por mis mejillas.
El camino a la gran ciudad tiene dos variantes; la primera es el camino más largo para llegar a ella, y, que además se encuentra en mal estado; el segundo camino está pavimentado y es mucho más corto debido al túnel que comunica dos pequeñas ciudades con el pueblo.
Mi padre me dijo que tomara el camino largo, ya que la carretera del segundo camino era mucho más peligrosa que la otra.
Tomé su palabra y conduje por el camino que se encontraba en mal estado. Cada hueco hacía que el auto se golpeara con fuerza en la parte de abajo. No podía ir a más velocidad o calentaría el motor del auto. Mas el ardiente solo hace que todo sea mucho más complicado para un auto tan viejo y que estuvo averiado durante muchos años. El día y el camino se me hizo eterno, por lo que me detuve a descansar en una pequeña cafetería que lucía abandonada antes de pasar por las montañas y llegar a mi destino.
-¿Qué le sirvo, jovencita? - preguntó una mujer mayor y de cabello relucientemente negro como la noche-. ¿Andas sola?
-Un café, por favor - le pedí amablemente-. Sí, voy de viaje a la gran ciudad.
-Una jovencita tan bonita como tú no debería andar sola por ahí - sirvió el café en una pequeña taza de color blanca-. Los peligros asechan en medio del camino.
No comprendía sus palabras, por lo que solo me dediqué a tomar de la taza de café y pensar en lo que debía responderle.
-Me cuidaré muy bien, señora. Además, nuestro señor siempre acompaña nuestro camino.
En sus labios arrugados se dibujó una sonrisa ladeada. Sus ojos tan negros como su cabello, me observaron a detalle. Su mirada me estaba incomodando bastante.
-Espero que tu señor cuide cada uno de tus pasos - miró brevemente la hora en el reloj que colgaba en la pared de atrás y luego volvió a mirarme a los ojos-. Deberías marcharte antes que la noche caiga por completo.
-¡Oh, sí! Tiene mucha razón. Muchas gracias, señora - pagué por el café, y antes de que pudiera dar un paso hacia la salida, su voz me detuvo.
-Pase lo que pase, Alicia, no mires atrás cuando la luna te ilumine el camino - dio media vuelta y desapareció por la cortina de mimbre, dejándome perpleja por unos segundos.
Un escalofrío me corrió todo el cuerpo tras darme cuenta de que la luz del día cada vez se apagaba más rápido, pero lo que más me dio intriga, fue el hecho de que la anciana supiera mi nombre.
Jolie creyó que huir era la solución correcta ante el desliz que cometió al casarse en una noche loca desenfrenada, pero cinco años después debe volver al lugar al que juró nunca más regresar y enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Solo que Darius no es el mismo hombre caballeroso y tierno que ella creía conocer. Él la odia por haberle roto el corazón y abandonarlo cuando le dijo que intentaría llevar una vida de casados. Ella aún sigue sintiendo los mismos deseos que en el pasado, pero esta vez son más intensos e inexplicables que antes. Entre el amor y el odio hay una delgada línea que los separa y desatará una pasión que ninguno de los dos podrá contener.
Todo en mi vida era perfecto; una buena salud, un buen trabajo, y se podría decir que, era la mujer más afortunada en el amor. Pero nadie me había dicho que la perfección y tanta felicidad junta no era tan buen y real. Para mí, una mujer que creía tenerlo todo a sus pies y en sus manos, no fue fácil asimilar esa vida que tanto me ocultó la persona que más he amado en el mundo.
La vida en muchas ocasiones nos despliega diferentes caminos, llevándonos a un destino totalmente opuesto al que nos habíamos idealizado. Margot estaba en la mejor etapa de su vida, era feliz junto a su novio y futuro esposo, pero en un solo instante perdió toda su vida en un trágico accidente que además le dejó grandes secuelas en su cuerpo. La soledad, la desesperanza y el vacío es algo que no se puede ocultar detrás de una sonrisa fingida, y ella ha sabido ocultar su dolor muy bien. Pero en ese pozo de soledad y tristeza, llega un hombre que la hace vibrar no solo con un beso, sino con esa chispa de añoranza que perdió tiempo atrás. ¿Podrá Margot volver a empezar, dejando su sufrimiento atrás y permitiéndose ser feliz?
El amor no es lo más importante para June, primero, porque no cree en que los sentimientos de las personas sean del todo sinceros, segundo, porque aquel suceso que vivió en su niñez y la marcó de por vida la sigue rodando por más que quiera huir de esa pesadilla. Pero el amor llega cuando menos se lo esperaba, del hombre que jamás imaginó sentir tanto y nada a la vez. ¿Podría ella olvidar su dolor en manos de aquel amor puro y cristalino que nació en medio de su adolescencia y se fortaleció en su adultez? ¿Podría permitirse aprender una lección de amor y otra de lujuria en manos de su primer y único amor?
El deseo de poder someterte es mucho más fuerte de lo que estoy dispuesto a soportar. Si tan solo me dejaras mostrarte todo lo que por mi mente cruza, estoy seguro de que crearíamos un juego de lujuria inimaginable.
Ser prácticamente obligada a casarse con un perfecto desconocido por su padre, Cora Walker decide huir de su casa, pero en el intento de ser libre y elegir su propio destino, aquel hombre le pone sobre la mesa un trato que considera justo. ¿Podrá Jacob Bardot enamorar a la jovencita que lo cautivó desde el primer instante en que la conoció? ¿Podrá Cora dejar sus miedos e inseguridades atrás y amar, aunque sea por una vez en su vida? ¿Trescientos sesenta y cinco días serán suficientes para que dos corazones se amen con extrema fuerza y pasión?
Todos se sorprendieron cuando estalló la noticia del compromiso de Rupert Benton. Fue sorprendente porque se decía que la novia afortunada era una chica normal, que creció en el campo y no tenía nada a su nombre. Una noche, ella apareció en un banquete, lo cual causó una sensación a todos los presentes. "¡Cielos, ella es tan hermosa!". Todos los hombres babeaban y las mujeres se pusieron celosas. Lo que no sabían era que esta supuesta pueblerina era en realidad una heredera de una fortuna de mil millones de dólares. No pasó mucho tiempo antes de que sus secretos salieran a la luz uno tras otro. Las élites no podían dejar de hablar de ella. "¡Dios mío! Entonces, ¿su padre es el hombre más rico del mundo?". "¡También es esa excelente pero misteriosa diseñadora que mucha gente adora! ¿Quién lo hubiera adivinado?". Sin embargo, un montón de gente no creía que Rupert pudiera enamorarse de ella. Pero les cayó otra bomba. Rupert silenció a todos los detractores emitiendo un comunicado. "Estoy muy enamorado de mi hermosa prometida. Nos casaremos pronto". Dos preguntas estaban en la mente de todos: "¿Por qué la chica ha ocultado su identidad? Y ¿por qué Rupert estaba enamorado de ella de repente?".
Everleigh era una dama noble que tenía una familia feliz. Se suponía que se casaría con Theodore, un director ejecutivo rico y atractivo. Sin embargo, un accidente la obligó a dejar al hombre que más amaba. Siete años más tarde, se convirtió en una hábil doctora con lindos gemelos. Y volvió a encontrarse con Theodore, quien ahora se convirtió en su paciente, también en el novio de su mejor amiga. Ella les felicitó a esta futura pareja. Pero su corazón estaba sangrando. Es hora de decir adiós al pasado. Pero sus gemelos tenían una opinión diferente. ¡Planearon convertir a Theodore, el hombre que se parecía exactamente a ellos, en su padre! Mientras tanto, Everleigh descubrió que el accidente que hizo que Theodore y ella se separaran, fue un complot vicioso...
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
Adelaide ha sido despreciada por su padre desde el mismo día que nació y destinada a ser cuidada y criada por una sirvienta, alejada de las comodidades de su familia. Cuando su hermana Nadia huye con su amante a solo dos días de su boda con el multimillonario Egil Arrabal, su padre la obliga a cumplir con el compromiso asumido quince años atrás con ese despiadado y arrogante CEO del que ha oído hablar desde que tiene uso de razón. Condenada a ser la esposa sustituta del hijo mayor de los Arrabal, Adelaide camina hacia un futuro incierto donde la muerte, la traición y la venganza pondrán a prueba su temple. ¿Podrá salir ilesa de las garras de este hombre? ¿Qué cosas debe hacer para pagar la huida de su hermana y así evitar la debacle de su apellido?
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".