ÍTU
ICI
DIA EN
CASTELL
ULA
s de victimas de trata, esclavitud y carnicería de órganos. El cuerpo fue encontrado en medio de una bahía de yates, según la información proporcionada por la ONU, se retiró de s
uerra, diagnostico signos de tortura, heridas defensivas y que
orea que sus hijas adoptivas estarán presentes, aunque de la
TI
unas bailarinas de pocas ropas, sé que son fáciles por como no paran de sonreír a mi amigo, yo camino con mí maleta y mi
elta choco contra un cuerpo duro y trajeado, mi bolso resbala
n azul cielo, que me recuerda las aguas de estas playas. Para ser que me quedo deslumbrada por semejante belleza de hombre, no puedo evitar devolverle la sonrisa que me dedica, el es el primero en romper el
ienen la caja con curiosidad y me la entrega
mi maleta , me pongo de pie y acomodo mi
le, quizá se hay
to su ayuda
tiende. – Llámeme – me observa con curiosidad y veo
tarjeta para que deje de joder, yace que es
icana verdad.
ustan sus ojos. Son de un color cie
atraviesa mi cuerpo entero, su apretón viaja por mis terminaciones ner
cambio de m
trometido – dice algo aver
es un
cosa? –
ja de h
riendo. El parece complacido con mi reacción porque muerde su labio. ¿Por qué esto
ro y rompe el pequeño trance en el que estaba. Par
, a lo que el extraño me mira con su ceño fruncido. Me despido agitando mis dedos y me regala una sonri
rroga Daniel soltandose d
za la bolsa y sacó la caja para acomodar su
Daniel mientras camin
u caja – lo m
ro que
o y la gira boca abaj
oria rápida – El hombre
ndolo entre la gente. No han pasado ni cinco minutos. Lo divisó acompañado de escoltas y voy hacia él. Pero no lograre al cansarlo. Así que corro el
– me pregunta Danie
s matrículas – digo mientras intento mar
cuperaras. Tengo qu
querer fumar. Aunque ha
as UCB – sonríe divertido por
daño si las abres. Ya
s intenta ponerte en contacto. Yo
ervengas tanto por mi
xi. Intentó llamarle pero seguía sonando ocupado. Llegamos al hot
Zo
astelld , nos encontr
opinión – escucho la
u caja de habanos –
ue es suerte. ¿D
acio, ¿donde p
sto ahora voy a un ev
sito mi caja – digo algo cabread
pagarte p
. Le pertenecía a
lpo de nuevo. Si cuidas de mi
rdo. Te v
sta
xhalando
ahora
te maldito día. Tendremos
.....
NERAL
MBRADO, EL OLOR A FLORES F
ado por los químicos que se usaron para poder tocarla antes de cerrar la tapa de vidrio, me espera ami, lose, su foto de un metro de largo y medio de anch
os no se hacen esperar, me acuclillo fr
a her
os y asiente en mi dirección a modo de saludo. Es su forma de decirme que lo tiene
o a su ataúd abierto, pongo una mano entre las suyas y me inclinó besando su frente, Daniel se queda u
– me enderezo, cierro el ataúd y doy m
no me vuelvo, Daniel y Xiomara le cortan el paso – Soy I
o – demanda Da
primordial para esta batalla ... la señora
eresa – sent
s solos – dije con
nión – le escuche decir, Dan
dónde e
egresamos a Colombia
uca. Todos miran en la misma dirección
e no vendría" "Hermosa
1,70 a su izquierda. Todos llevan gafas negras, no miran a nadie, solo al frente, se acerca a la menor de la hija de amy kal y le susurra algo para después ponerse en pie. "no me
ntercambiar unas palabras y Daniel le lanza esa mirada que conozco bien, pidiéndole en silencio que no tense las cosas. Ella asiente en dirección a sus escoltas que
Es la primera vez que se muestra en público desde hace un a
le informo
¿Q
a m
broma? – dice en un
ver
l mundo es
es. ¿La co
su orgullosa madre alardeaba sobre sus perfectas hijas. Con cada historia deseaba ponerle rostro, a esa siren
MER EN
O, JU
ta
ulares de una persona. Me tomó tres días estudiar el lugar, uno en ubicar los objetivos y hoy en moverme. Ahora tengo que sali
s de la hermandad sumeria, Amar y Axel que son los menores de los Salomón y por último Héctor el cabecilla. Entre Amar y Axel sac
mi camino oculta por las sombras, es
erlo aquí?. Ellos rara vez toman re
pienso. "joder, maldita
cción al peligro, regreso unos pasos y me siento en la oscur
sos... Estás seguro que son ellos quiene
Es más del estilo de esa puta – esta vo
a mis sospechas. Tu estas obsesionado con la pu
s por orgullo, con la mafia rusa no
o mandarles
mpaciente... Ha pe
s... Quizá a la hermana de los Zo
emente –
es del amanecer a mi guarida secreta y regresar durante la noche. Le mand
ron, con mis regalos en ellos. Tenía la ubicació
s barreras como escalones, caí sobre el primer guardia noqueándolo y lo desarme, uno a uno elimin
pero vivo. Su rostro se alzó aún cubierto por la capucha, aunque pudiera verme no me reconocería, llevaba mi
y no tendremos problemas – nadie reconocería mi voz, A ca
ha, mientras trabajaba en sus brid
rle, era el tío del aeropu
sus tobillos atadas a las patas de la silla detona, trueno mi bo
culo – le doy mi segunda arma de repuesto, enarca una ceja – En
reloj – "Que
enemos
valor sen
ado... No creo que lo conserva
rto de suministros, cubriéndonos la espalda, 2 minutos después va
empezamos a devol
jeep, mientras nos llueven más refogeos. Recuperamo
verdad? – resopló al
je y se subió de copiloto. Arranqué unos
qué te
Presione tres boton
roc
tres,
columna de humo. Me quité la gargantilla guardándola en una de mis bolsas
– contes
r ti y tus hermanos... En este juego sol
ien h
so – le informó en tono divertido en ruso. Y
Victor
tequila... ¿Te de
ila me pa
as, entonces
do y nos saque dejando
s y lo hago descender, empiezo a quitar
a de sorpresas – di
a salvo? – digo
... ¿Sabías que estaba
dando mis cosas en la maleta. Me pongo mi chaqu
frena al ver a víctor ami
e lanzo mi bolsa y la atrapa al vue
. Mas te vale cuidar
e necesite m
deshace de su camisa ensangrentada dejando la blanca lisa y toma el me que
iscuto, después de ver el cuerpo d
de moteros, mient
usta lo
po de will y me dan ganas de abofetearme. Llego a la barra
banco acercándome a él, quedando entre sus piernas, se que q
mientras le arrebató la botella al bartender. Y me sirvo. Me llevo el
me llevo a la boca un limón co
adamente l
e de seguri
gusta llevar escolta, solo complazco a mis h
yo... No no
y a devolverte
a tu hotel ...
hamp
l cesar palac
anos ya vi
si no has
reloj en
e tenía un va
e, ¿has revi
– dice algo ofendido –
no – me sirv
do hacer por
e mí y devuél
yándose con una mano en mi muslo. Sonrío a mi chad antes de tomármelo.
cias – digo apartando s
va no se endeuda con nadie – dice e
tención de besarme. Pongo un dedo en su boca, sintiendo el aliento en mis dedos. Me quedo experimentando el calor que desprende su cuerpo, algo que me recuerda a will, me maldigo de nuevo, ese imbécil
impacta contra el mío. Logro quitármelo de encima y entonces al echar mi ma
iera note cuando las quito
ada pieza al suelo dejándolas dispersas, un borracho sale por la puerta
iado pronto ) peor, es mas que rápido, me supera, al iniciar una serie de ataques para comprobar s
a golpear a
l logra esquivar y bloquear otras, sin darme tiempo de mas termino contra el suelo y el entre mi piern
nergía, quien sepa someter a alguien de este modo lleva una ventaja,
– se cuando alguien puede vencerm
amente no se m
eres re
ees? Nuestro encuentro en el aeropuerto n
gitadamente, mirando alrededor –
aprieta la mandíbula conteniendo l
nada que ve
¿porque te
arece que los conoces mejor que yo. – apretó sus m
uél
carme, lo digo enserio, no m
o confia
r de ojos color cielo me cautivo unos s
ua ent
ncedió al pon
rte la vida. ¿Po
ano dentro de la chaquet
tarte lo hubiera hecho desde el almacén – me agacho recogien
os, sale con un arma de francotirador, con el láser apu
ué no me
go muchas
sin mi abogado presente
soy p
? ¿para qui
– dije sobándome la sien, mi dolor de cabe
a? – preguntó billy desmon
e de mi jeep - él asintió y
de bill me acerco mi bo
entrego las llaves de mi m
senté en un taburete y él se unió unos segundos después quit
ponder a mis
blar. So
Víctor
o tardaran en recogerte?, aun puedo llevarte – me
media
de rastrea
gps, mi reloj
reí coqueta y eso pareció gustarle p
scifrar o descubrir todo mis secretos. Mire sus pantalone
a estudiándome, empezó a jugar con la camisa entre sus dedos, me desilusionó que no tomara en cuenta mi consejo, me gusto mucho mirarlo. Un cuerpo tonificado y bien marcado. Hom
os mús
advirtió con esa
s se detuvieron en la entrada y se escucharon los sonidos de pies apresurados, una mujer rubia, alta, ojos azule
ilos est
n era su hermano. Con una sonrisa lad
elld, ellos son Erin mi he
ose de Víctor. Me ofrecieron
ya que estás a salv
ra me esperaba en el vehículo con los nuevos elementos. Subí a mi moto, Nos alejamos acom