i
marz
ulián y a mí a pasar el día en el bosque a las afueras de la ciudad, mañana aprovecharé para terminar algunos trabajos que me fueron encargados en la escuel
en sus insinuaciones tan evidentes, hasta el momento lo he hecho bien o eso creo, él pensará que soy una tonta que no capta sus indirectas llenas de lujuria, me gusta que crea que existe un poco de inocencia en mí, no se imagina
a en ellos. No me interesan las consecuencias, no me importa lo que pase esta noche, si solo quiere usarme y después irse de mi vida no hay problema alguno, yo habré disfrutado de su cuerpo tanto como el del mío,
m. -le dije a mi padre que conducía en silencio después d
e quitarle-. Por favor, papá, sabes que esa mujer tendrá que hacer mucho más que invitarme unas palomitas baratas para que yo pueda volverla a llamar madre o siquiera dirigirle la palabra, además, ella es la que estaba consciente de que el cumpleaños de Adriana es hoy y
ro después-. Tienes como límite las tres de la mañana para llegar, si no iré por ti hasta esa fiesta y te sacaré arrastrando y no te llevarás el auto, así que co
final, pues, no podía dar una mala respuesta nuevamente p
d extra como requisito para poder salir. Tenía que buscar aquel vestido negro que Adriana siempre ha dic
e entrar a toda prisa y subir las escaleras sin regresarla a ve
hermano de nueve años, también él había regresado de la escuela hacía poco y estaba en su habitación, entré después de tocar a s
me dijo entre risas, pues, siempre decí
Al final, me levanté de la cama y acomodé mi cabello-. Más tarde no podré ir con mis padres y contigo al cine, tengo un comp
cita de ángel. Sabía que no reaccionaría mal, pues, somos tan unidos que confiamos ci
bitación porque el tiempo se va demasiado rápido y tengo mucho por hacer. -Salí corriendo de su habitación y fui hasta la mía, d
n así, salí con toda tranquilidad de casa; mis padres y Julián se habían ido ya hacía muy poco, por suerte, así menos distracciones. Al salir, me dirigí directamente al sitio de taxis que se enco
e la universidad, era tan ardiente y tierno a la vez, él también me vio y sonrió, fue hasta el taxi y abrió la puerta para después darme
mento de pies a cabeza, su atuendo era completamente negro, zapatos, pantalón y camisa con tres botones desabrochados dejando ver su
ojas... en verdad que tú también te ves espectacular -le dije, conteniendo las ganas de lanz
dad olía tan delicioso, una combinación de madera y cítricos, tan refrescante, su aroma er
alejando su exquisito cuerpo de mí, poni
ntario con la única intención de de
amente, que pude darme cuenta de que había algo diferente en él, era tierno, calient
ra. No tenía ni idea de que tener su mano tocándome tan suavemente, m
mar el taxi aquí mismo, es la aveni
ecesario, traje
que no tenías auto. -Esta vez
ser yo, así que llamé a papá y le dije que necesitaba un coche, recibí el dinero de inmediato en mi cuenta bancaria y fui a comprar ese auto. -Señaló un auto hermos
o que eres un hombre decidido -f
lencio que se sienten tan normales, no hay presión alguna dentro de mí para forzar las palabras de mi boca, sin embargo, él encuentra el tema adecuado, es bastante curioso. Mientras vamos camino a la fiesta, él observa todo a su alrededor. Puedo notar cómo sus ojos observan cada detalle de la ciudad. Debe ser pa
o de la calle. El auto de atrás tocaba el claxon desesperadamente, pude ver a
de atrás se baje a golpearnos. -En realidad, él permanecía m
esó él con una sonrisa bastante fría. Cosas sin importancia
auto junto con él, pero no lo permitió. Tomó mi mano, dete
n adentro, bastante sonrojada por aquellos pequeños actos de caballerosidad que solo en películas había visto. Abrió la puerta y me
mento imaginé nuestro destino, pero nuestro destino juntos a través de la vida. Soy una tonta fantasiosa que piensa que e
un minuto creí que Adriana había cancelado la fiesta y yo no me había enterado, pero después de unos segundos abrió la puerta y
as! -gritó Adriana complet
elicidad fue evidente en mi rostro. La misma sonrisa fue devuelta para ella y la abracé. Ella es como mi hermana mayor, qui
rdona la tardanza -d
Alex, pues, no le había hablado de él, era extraño ver a un hombre tan perfecto frente
nte espacio para que ambos pudieran acercarse a saludar-. Gracias por recibirme en tu hogar, Alexander D'Angelis, un placer conocerte
favor, te pido que te sientas en tu casa
vo de estar aquí, sus planes a futuro en cuestión académica y ella intercambió algunas opiniones al respecto, me sentía fascinada, sabía a la perfección que él y yo éramos solo amigos, pero podía sentir la mirada de todas las chicas del lugar encima de mí, seguramente deseando ser ellas las que estuvieran acompañadas de aquel gran hombre castaño y ojos azules. Pero él me miraba a mí y solo a mí, era incapaz de levan
ía conversar de forma normal-. Ven conmigo, te enseñaré a bailar este ritmo. -Me acerqué a su oído para poder hablarle, pero él se acercó a un más volte
igo. Creí que sería más difícil convencerlo, pero era tan
pero Alexander estaba junto a mí, moviendo su cuerpo dejándose llevar por el ritmo de la música. Era encantadora su sonrisa, su alegría contagiaba a todos a su alrededor, pues, tanto hombres como mujeres nos rodeaban para estar cerca de él, era tan extraño ver cómo conseguía atraerlos a todos. Muchas mujeres lo miraban
de la ventana pude ver cómo un tipo desprendía su blusa delante de todos, ella estaba feliz y al parecer ella aprobaba lo ocurrido, si no la conociera correría hacia ella para quitarle a ese chico de encima, pero sé que está decidida a
xander soltando una carcajada y lanzando su t
nfusión era real, en nuestras fiestas por supuesto que había se
tación, cúlpame a mí -expresó para después desprenderse por completo de su camisa, el sudor corría por todo su pecho llegando hasta su abdomen, no agua
y acariciaron su abdomen, había unos cuantos vellos rodeando su obligo, con la punta de mis dedos fui subiendo poco a poco hasta llegar a su pecho, para despu
que eres el rey de la t
oso cuerpo. Pasé mi lengua por su cuello y me dirigí a sus labios, no opuso resistencia, sé que es exactamente lo que quería conseguir. Era
esperación. Pude verlo... tenía una erección bastante evidente y era por mi causa, moría de
so en su mejilla y lo tomé d
uerza. Con ambas manos se desprendió del cinturón, lanzándolo hasta el otro extremo de la habitación, se quitó los pantalones junto con la ropa interior de un solo golpe. Era un animal, salvaje y enloquecido, que moría de ganas por hacerme suya. No podía creer lo que estaba sucediendo, en menos de veinte segundos se deshizo de todo lo que llevaba puesto, quedando completamente desnudo fren
u mano izquierda aún se masturbaba, con la mano derecha me tomó del cuello y apretó fuertemente, no
si yo no te lo autor
sexo; esto era algo nuevo para mí, pero por alguna extraña razón me gustaba. Dejé que hiciera lo que quisiera conmigo, yo estaba de espaldas recostada
pios gritos, sus gemidos llenos de rudeza y placer, no sabía si el sudor que empapaba las sábanas color rojo de la cama era de él o m
al, llevó sus manos a su cabello y lo jaló fuertemente para después dejarse caer encima de mí. Respirando fuertemente aún c
sus palabras, después continuó besan