a sor
e ma
o de toda la ciudad. Lukas administraba cada uno de ellos, mientras Enrique le gustaba sentirse un poco más libre, sin la presión constante de estar
edificio de quince niveles. En el lugar todos los vecinos se sentían orgullosos de decir que Lukas Valencia vivía en el pent-house, uno muy lujoso y con elevador propio. Esa noche, Lukas
-gritó aquella mujer de cabello negro y ojos azules, que salió d
s, pues reconoció al instante a la mujer que e
todo, sabe a la perfección quién soy, ¿ol
ue la próxima vez podrías avisa
a de beso en la mejilla y un abrazo bastante cáli
he extrañado -dijo Selene mi
visitaste a Enrique, tuvieron una linda cena de hermanos
ba al fondo del lugar, estaba junto a grandes v
su cuerpo en el sofá, estirando los pies encima de una mesa de centro que ahí estaba-. No lo tomes personal, po
lo suficiente -dijo Lukas mientras sonreía y daba un golpe a Selene en las piernas
nco, pero obedeció a su hermano. La atención de ambos fue atraída al ascensor, pues
cia el ascensor donde Enrique aún no terminaba de poner los dos pies fuera de él-. ¡Ay!, gra
metes más gente a mi casa
rmana. -Enrique la abrazaba por
aces aquí? -pr
Pensé que venir sería una buena idea; venir y pasar una noche
rsona se tomó la libertad de venir sin avis
de Lukas. Al sentarse, Enrique comenzó a sacar algu
¿Les gusta el tequila? -Lukas arrebató la botella de tequi
do invadir mi casa -expresó Lukas con bastante
e la mesa de centro y sacó unos cigarrillos del bolsillo tr
ue la convivencia pu
ez más -dijo Enrique después de servir los t
ron y fumaron hasta agotar todo el alcohol y cigarrillos, estaban totalmente ebrios; reían, gritaban, cantaban y bailaban. Lukas parecía ahora no estar tan molesto de tenerlos en casa, pues no paraba de reír en cada momento por las lo
oleraba ver un alfiler fuera de su lugar, pero en este momento estaba tan ebrio que eso no importaba. Enrique corrió al balcón y sin previo aviso comenzó a vomitar,
abitación, se desprendió solamente del reloj y pulseras que llevaba en las muñecas y lanzó los zapatos al otro lado del lugar, se dejó caer sobre el gran colchón. Mientras se cobijaba, pensaba e
mayo
la habitación de Lukas, lanzándole un cojí
mirando por la ventana. Los primeros destellos de luz
a cobija que su hermano, algo que incomodó a Lukas, pues jalonearon la cob
tomaste la molestia de cerrar las ventanas; hace un frío te
quí más de cinco veces, ¿aun así quieres que te ll
ró los ojos nuevamente, intentando recuperar el sueño tan satisfactorio que estaba teniendo-. ¿Has experimentado algún cambio
-N
ro necesito contá
a a las 10 de la mañana, puede
día tolerar era que interrumpieran sus horas de descanso y mucho menos
erpo, me hace sentir incómoda y ansiosa -expresaba e
usia, es normal. T
no me refiero a eso. Esto es
ando hacia ella y limpiando sus ojos con
serio o importante para que no pueda
nerando un
y se sentó cruzando ambas piernas y
se trata? -preguntó c
edificio. "Llegó la hora" fue la frase que alcancé a rescatar en mi mente antes de experimentar algo como nunca antes. Mi vista se nubló, pude sentir cómo mis manos se congelaban. Seguí conduciendo, pero era com
iste el futuro o algo similar? -
o que no he conse
fue lo q
por una avenida totalmente descontrolados, pude ver el miedo en el rostro d
Miraba la ventana y después a Lukas, movía sus manos como si expresara con palabras, no fiera. Lukas se
, ¿qué edad tenía ella? Sabiendo eso p
seguí con mi día, pero eso no salía de mi cabeza. Después, ese mismo día por la noche, estando en mi cocina, miré el reloj que está colgado en la pared, contemplé la hora: 08:33 p. m., y nuevamente experimenté algo similar, con el mismo sentimiento que en la visión anterior, pero esa vez estaba en una casa en la que jamás había estado. Ahí había un reloj digital, con grandes núm
uello que llame tu atención y sepas que puede estar relacionado con
rirla por completo. De forma extraña estaba sinti
ías. Son tantas, que comienz
pues, fue sorpresivo para ella. Lukas miró cómo su hermana se asustó con ta
ué esas caras? Espero no estén d
bró al verlos despiertos tan temprano y,
endió que ella no quería hablar del tema con Enrique presente-. Y, además, estaba por invitarlo a aquel café al que fuimos cuando cumplió 15 años, ¿lo r
ro hoy en la noche tengo un comprom
nces Lukas y yo tendremos
preguntó Lukas, por su forma de decir
nte en Polanco, prometí llevarla
dad al hablar de Lia frente a Lukas y mucho m
bastante curiosidad, dejando ver
icieron "amigos" y ahora me toca tenerla en el r
ella? -preguntó Sel
Enrique demostrando su nerviosismo, era como un niño
completamente loco? No sientas pena con nosotros.
ntenía la conversación con normalidad, sin embargo, sus hermanos lo cono
es la mujer capaz de flechar a cupido. Una cucharada de tu propio choco
ustedes para la cena, les ofrezco que me acompañen a casa para tra
tir hambre. Ya que no me dejaron dormir tendrán que l
an podremos salir en 30 minutos máximo de aquí. -Enrique salió de
ue no te agrada la conq
después de dos semanas tratando a Lia cada mañana, parecía que nunca sería de su agrado completamente-. Pero lo hablaremos en la noche, cuando estemos s
aban mal puestas frente a su armario, caminó con ell
echo de su hermano, que no hizo nada por defenderse, ni siquiera le importaba-. Me tendrás que dar detalles pre