cumplido seis años este año. Ella lo dio
mbre con la esperanza de que todo sa
samente su nariz contra la de él, quien se rio envolviendo sus regordetes brazos alrededor del cuell
beso en la frente. "Es verdad, tú eres mi amor".
imidez y enterró su cara en el cuello
dejó pasar su momento antes de aclararse la gargan
iferencia. "No es nada serio. Después de todo, renuncié a un órgan
lud". Henrik frunció el ceño, pues ya se lo había d
l órgano que perdí?", preguntó ella con impaciencia.
nto tiempo, por eso ahora ya estoy mu
an la vida y la muerte. Se aferró al cuello de ella y dijo seriamente: "No qu
ejor que pueda", respondió ella, luego le dio un beso con fuerza en la mejilla y sonrió.
ningún concepto sobre la relación familiar cuando era niño, reconoció erróneamente a este como su padre, y aunque su madre lo había corregido much
e mucho trabajo.
ió. "Pero los demás niños siempre
uidado de un padre en su vida, y eso siempr
hizo que ella se sintiera culpable
de esa forma. Albert no habría perdido a su padre, y ella no habría pe
troceder el tiempo y cambiar las cosa