rimer
la, la tensión en el ambiente era palpable. Frente a ella, un grupo de jóvenes esperaban su turno para ser entrevistadas. Algunas jugaban nerviosamente con los papeles de
lsificado con tanta precisión parecían pesar más que de costumbre. Si descubren la mentira, será mi ruina, pensó, a
ó de la oficina. Su rostro estaba pálido, y sus ojos brillaban con lágrimas que luchaba
llo negro y recogido en una coleta alta, y sus ojos reflejaban una mezcla de curiosida
así? -insistió la chica, es
uillaje era perfecto, y su atuendo parecía hecho a medida para resa
señor Cael. Dicen que es irresistible -comentó con una sonrisa qu
la empresa, Cael Van Der Wijk. Un magnate joven y atractivo, pero también conocido por su carácter despiada
ja mientras rodeaba los ojos-. Prefi
vez, una mujer de mediana edad, con un traje gris impecable y el cabello recogido en un moño
ra Mi
nstante, pero rápidamente se levantó. Sujetó su carpeta con firme
, so
có que la siguiera. Axara caminó con paso firme, intentando ocultar
a gran mesa de madera oscura al fondo, donde un hombre estaba sentado revisando unos papeles. A su lado, otro
escritorio quien captó toda s
s ángulos afilados de su rostro. Vestía un traje negro impecable que parecía haber sido confeccionado directamente sobre su pie
n voz grave, una voz que parecía no d
tando los dedos alre
ñor Van
mó la palabra mientras Cael cont
u currículo, tiene una experiencia impresionante