vitar un pequeño gemido, la sensación de llenura se había ido, dejándole un pequeño vacío. Él seguía con los ojos cerrados, transportado a su mundo de éxtasis, disfrutand
Adeline?- le p
as manos nerviosas p
preguntó con el
e, Adam.-
s ojos llenos de una infinita confusión,
con frustración- la pasamos bien, pero cu
pable, por favor. . .
e Adam se puso muy rojo, se levantó, acomodando rápidamente sus ropas, pronto estuvo cubierto
Adeline!, ¿Es que no puedes
seo pero eso no es suficiente, yo quiero muchísimo más, necesito mucho más que sexo, y. . . no lo encuentro en ti, Adam
en su apartamento, así no manejarían ebrios en la oscuridad de la madrugada, ella había aceptado pero aquello había sido un error fatal, dos años de bonita amistad y ella nunca había sospechado de los sentimientos de él, en cuanto estuvieron solos él comenzó a besarla y decirle cuánto la quería, ella intentó explicarle que no debían hacer eso, pero los besos continuaron y el calor se
ner una relación, asegurandole cuánto la quería y lo
e fuimos uno, yo fui tu primer hombre, tu primera vez y eso es importante. Dame una
y agradable es el sexo, la manera de sentir, de recibir y dar placer, pero cuando los encuentros llegaban a su fin, no había ese sentimiento lindo hacía él, no habían esas ganas de quedarse junto a él abrazados en la cama, de conversar de lo mucho
. otro terrible error que no dejaba de repetirse, si tan solo pudiese amarlo, desa
omó una larga ducha y se metió a la cama para descansar, había sido un día l
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responder a las llamadas de su padre, decidió no da
jándose caer en el cómodo sofá ma
i corazón- la ronca voz
no escucharte d
o localizarte toda la tarde y al
s tuyas, padre- dijo cansad
aría saber si vendrás éste fin de semana- s
dre, pero la verda
Lucas!- dijo su
emana próxima empiezan mis finales,
vienes a mi, Robert po
es tareas de la empresa me absorberán, no podremos pasar tiempo juntos y no podré estudiar, lo mejor será qu
derándo que todo es por tus clases, me tranquiliza
ómo está tu salud?, suenas bast
que no me ayuda
hacer un esfuerzo por dejarlo, terminar
ón, así que me despediré ahora mismo, querido hijo, qu
ustración arrojó e
erdes, su hermosa cabellera y su linda boca. Había logrado impresionarlo, no sólo era bonita, sino que