enaba mis pulmones, y el silencio era abrumador. Solo el crujido de las hojas bajo nuestros pies rompía la quietud de la n
exactamente adónde iba. Lo observé en silencio mientras caminábamos, pero la curiosidad me carcomía. Había algo extraño en todo esto, algo que no podía
recorrerme, como si una fuerza invisible me empujara hacia adelante. Algo me estaba atraye
dra grande, cubierta de musgo, como si fuera un antiguo altar olvidado por el tiempo. El aire era más frío aquí, y el peso de la luna s
cando su superficie rugosa. Hubo algo en su gesto que me pareció tan natural, tan pa
voz grave resonando en
certó, como si su voz fuese la de alguien
no le había dicho nada sobre mí. Y, sin embargo, pronunció mi nombre con una
darme la vuelta y escapar. Pero algo me mantenía allí, inmóvil. Mis pier
guntar, mi voz temblorosa, más por
cía leerme como si fuera un libro abiert
pero con algo más de calma que antes-. La Diosa Luna te ha marcad
"susurraba"? Su respuesta solo abrió más interrogantes, pero en vez de sentirme aterrada, me invadió una sensación extraña
pero esta vez con un poco más de determinación. No sabía por q
omo si evaluara cada palabra que salí
ha hecho. Yo solo estoy aquí para guiarte, para
omo un sueño, pero cada palabra que él decía parecía tan real. No podía escapar de l
ercano que sentí el calor de su presenci
os brillaron con una intensidad que me paralizó-. Eres la elegida por la Diosa Lun
labras. Algo que me diera una pista de lo que estaba pa
n seguro, tan firme en sus palabras, que me pregunté si, quizás, ya sabía lo que es
sión más suave, casi triste. Luego, sin decir palabra, se giró y comenzó a caminar hacia la s
guirlo, pero también quería entender qué era lo
regunté, sintiendo cómo mi
permaneció impasible, pero sus ojos mostraron una chispa de algo que n
Y tú... tú eres la
ué significaba eso? ¿Y cómo podía ser posible que él, un hombre con
Algo en su presencia, en sus palabras, hacía que mi corazón latiera con más fuerza. Pero también sabía que e