emi, L
ogedor primaveral. Mikael sentado en el sofá, plasma en su cuaderno un bosque de coníferas,
rran una fruta al azar del
hombros, ocasionando que se sobresalte. Al girarse se encu
-pronuncia, lanzándole una mirada asesina-. La pr
un mechón de cabello casi bla
, ni siquiera mis tíos son tan gruñones como tú. -Susp
nazándolo con el lápiz-. Deberías participar en un
punto de rendirse de no h
endo ojitos-. Solo esto me faltaba, que te convirtieras
a, guardado sus ins
stiona, ladeando la cabeza-. Las pr
ndo una nota del bolsillo de su pantalón-. Ella me pidió que t
e encoge de hombros, tratando de mantener la po
rezoso, toman
no volvería a competir debido a las fracturas presentadas. Él se sometió a varias
rse inútil por no valerse de sí mismo, el equipo se disolvió y tampoco poder ayudar a las personas qu
do de la casa hasta la tienda que está a unas cuadra
omento -murmura,
lentitud, sabiendo que las conve
ven que intenta cruzar hacia la otra acera, pero Mikael
n de él, generando que casi pie
atascadas en su garganta, al ver el
corre cada parte de su anat
chica, sintiendo arder sus mej
ontesta con indiferencia-. Además, es peligroso para
uscando en sus b
e la hoja-. Estoy buscando esta dirección
eñalado allí, dándose cuenta d
gunta, arrugando el ceño-. Tienes s
aliza una mue
ndo comprenderlo-. No entiendo por qué
ea, conteniend
or parte del año es invier
l Polo Norte. -Su voz mue
o que le están jugan
l hogar de Papá Noel -dice él con
ironiza, perdiendo la paciencia-,
o arruga
do -recita en finés-. ¡Bienvenida al país de los mil lagos, Finlandi
la de la j
ando. -Niega con la cabe
tualiza, colocando sus labios en una fina línea-. Si quie
cionera se desli
no tengo dinero ni pertenencias. -Un sollozo se
n miles de pedazos. Su mente empieza a maquinar
s Koskinen crearon un albergue que apoya a personas en esta
nta, dándole una suave palmada en la espalda
nte, que pueda saldar el interrogatorio de Kari
ualiza ella, estrechando su man
enía nombre -enfatiza, rodeánd
n las costillas con su codo;
as -matiza, mientras empiezan a caminar-. Po
ta una pe
mero? -curiosea, aco
snowboard -enumera él, haciendo una lista mental-. Lo último, es o
una punzada
tista -dice, mostrando u
tristecido-. Solo le pres
do observa el establecimien
no te muevas -le sugiere,
porque hace frío.
que puede, abriendo la puerta con prisa. Kari y la señora Niemi están char
e las autoridades -manifiesta co
tarle atención a su amigo. Ella le devuelv
nos pusimos a charlar -miente, el rub
excompañero todavía sigue en pie. A
ri distribuye las bolsas, dándole lo menos pesado a
e de orgullo. Esperaron salir de la tie
s un favor -susurra é
ónito-. Esto es insóli
, rezando que su
do el nerviosismo que lo invade-. Así que podrías dejar
suspicacia, las ment
ruta, así hacemos un solo
s buena idea, o term
tando de persuadirlo-. Además, perderás el t
-demanda saber, poniéndolo en una encr
o mira con
responde sin revelar detalles-. Te
e no siga co
cita, digo "cumpleaños" -carra
-se despide
o para evitar que su amigo lo sigu
profiere, pensando en cómo convencer a
do un bostezo-. Y te agrad
su nombre, le genera cie
nsciente. Deja que tu amiga se encargue
lo? ¿O se dejaría dom