aba de preocupaciones. Imaginaba a James en un hospital improvisado, rodeado de heridos y médicos que luchaban contra el tiem

as las cosas,

és, dos. Se aferraba a la esperanza de que el soldado William Carter cumpliera su promesa y le e

argaret mientras servía té en la pequeña sala de desca

ero su amiga la conocía demasiad

hombres que sobreviven a una herida tan grave suelen tener un espírit

unque no pudo ev

ngas razó

isponía a volver a su dormitorio, el joven mensajero de

ena, esto es

ba la carta. Reconoció de inmediato la letra

de J

ón, deslizándose hasta quedar sentada en una

erida

ojos, la imagino en mis manos, como todas las demás. William me dijo que te escribió y que

o. Estoy herido,

dormir, y cada vez que el miedo me invade, repito tu nombre en mi mente. Es curioso, porque a pesa

rre los ojos por última vez, quiero que esa sea la última i

me

nos apretaron el papel, como si con ello pu

ió a su habitación, encendi

am

o en semanas. No tienes idea de cuántas veces h

sientas que el dolor es insoportable, pienses en el futuro. En nuestra plaza

a un p

en

sumo cuidado y la

l corazón más ligero, sabiendo que James aún luchab

arta de James entre sus manos, como si con ello pudiera acortar la distancia entre ellos. A pesar

ntras él siguiera luchan

aban. Cada día, Elena veía rostros distintos, algunos llenos de sufrimiento, otros completamente vacíos, como si la guerra hubiera r

Margaret mientras desinfectaban instrumental

hilo de voz-. Pero esta vez est

t, dándole un leve apretón en el hombro-.

a verdad era que su men

, su mente no podía evitar pensar en lo frágil que era la vida en tiempos de guerra. ¿Cuántos hombres habían ca

egándose a dejarse c

to a la ventana y encendió una vela. Se tomó un momento para orde

am

o llegó aquí, los médicos dudaban que sobreviviera. Pero cada día

é en

o que recuerdes que aún hay cosas por las que vale la pe

que no t

en

lló. Al día siguiente, la envió con l

rellado y se preguntaba si él hacía lo mismo, si en algún r

omenzaba a desesperarse

letra de James aún era torpe,

erida

o haber memorizado cada palabra. Me ha

lo esperado. Tal vez sea porque en mi mente solo hay un

mesa. Volveré. Volve

me

tra su pecho, sintiendo que

a hecho un

in importar cuánto