NA JÁ
bas, salg
ecuperar mi teléfono y ver si borró la foto. Sonrío al v
s a tomar fotos
de videos... bue
te que me palmea para que me s
para qué me invocas ser sensual? -pregunté con diversión. -¿Qué? -
s lo contrario? -Porque me vives
te, exagerada -miré a Sarah con cara de pocos amigos después de pedir que se guarde silencio porque para mí, está exagerando. -¡Ay, mira lo que tengo que estar viendo, Keyla! -e
ue le envié. Necesitaba su opinión, no me puede juzgar po
do. -Ya, basta -digo, sonrojándo
De repente, Sarah se pone seria, con el teléfono en la mano, la c
xclama, mostránd
me deja helada. Estoy yo, frente a Ethan. ¡¿Yo?! No recuerdo para nada este momento. Es como si me hubieran borrado ese recuerdo. En la foto estamos muy cerca, casi
murmurar, sintiendo u
como si fueran sacadas de un sueño confuso. Y lo peor de todo: ¡me están etiquetando en todas partes! Mi nombre aparece en los comen
clamo, llevándome l
erar el ambiente, me dice: -A ver, va, una foto para las redes sociales-me quita el teléfono y nos acomoda a las tres para una selfie. Ella se sienta e
ués se levanta y regresa a mi habitación, volviendo al rato con una botella de champán. Suel
estar en perfectas condiciones y ademá
cachorrito, mirando su reflejo que niega
Silvia me mata
a, Keyla! Mañana es otro día. Y después me vas a decir que e
a a mi habitación, donde nos esperaba una botella y unas copas en mi mesa de noche. Sirvió tres copas bajo la atenta mirada de Ke
amos? -pregunté, con el fastidio aún presente
no me gustan nada, ni tampoco ser el centro de atención. Es una contradicción, lo sé. Mi trabajo no me permite precisamente pasar de
na Jáuregui va a enseñar su pequeño trase
eguirle el juego, aunque con menos entusiasmo. -¡Un short
atos buenos para que me
lto para Keyla... ¡y por las nalgas
siguió riendo. Brindamos y bebí solo un sorbo, porque Keyla
por hoy. ¿Listas para los
¡
para las tres. A pesar de la relajación, un pequeño pensamiento sobre las fotos seguía rondando en mi cabeza. Observé a Sarah de reojo. Incluso en medio de las risas y la diversión, noté que su mirada volvía a posarse en mí con esa misma intensidad de antes. Una intensidad que me in