NA JÁ
s cuando los tomé para levantarme. Sentí una corriente eléctrica recor
ntó con un tono que
ente, sintiendo un calor
sonrisa que me pareció ligeramente condescendiente-. Tranquil
erca de él durante los ensayos, sentía su presencia como un recordatorio constante de mi propia inseguridad. Intercambiábamos miradas fugaces, tensas. Era como si él disfrutara viéndome incómoda. O al menos, eso me parecía a mí. Al salir, lo vi apoyad
en. Lo de antes... lo siento. El comentario de Marcos fue...
ú eres Ethan Park y el resto del mundo está a tus pies. No te preocupes, estoy
con dificultad, mientras sentía su aroma cítrico in
más-. No seas tan dura. Además, si te soy sinc
la ventana trasera, lo observé. Se había girado, dándome la espalda, pero podía ver la tensión en sus hombros. Parecía... frustrado. «O quizás solo estaba proyectando mis propios sentimientos». La confusión en mi estómago se intensificó. No entendía por qué me sentía así. Era solo Ethan Park, un chico de una boyband que, por alguna extraña razón, se había cruzado en mi camino. «Pero no era "solo" Eth
anos y el suave murmullo del aire acondicionado llenaba el espacio. Silvia salió del edificio con una sonrisa mientras saludaba a Ethan como si lo conocie
n? -cuestioné frunciendo e
-Ariana -dijo con una sonrisa que me pareció ligeramente ansiosa-. Prepárate, porque mañana
primiendo un gemido. ¿De verdad el
go más sorpresas guardadas que te van a encantar -hizo una pausa que me dio escalof
ra Jung Ha-neul -fruncí los labi
gaba a sus ojos-. Pero confía en mí, las sorpresas que
entía que estaban relacionadas con él? El resto del trayecto a casa fue una tortura silenciosa, con mis pensamientos dando vueltas en mi cabeza como un torbellino. Normalmente tengo muchas ganas de ir a casa después del trabajo, pero a