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ánico me recorrió. «No la toques. No te involucres.» Pero mi cuerpo reaccionó antes que m
l contrato. El viaje fue silencioso y tenso. Al llegar, entramos en una mansión lujosa y
que me pareció exagerada-. Permíteme prese
vando desde todas partes. Asentí con una sonrisa forzada, mientras Yu-jin y Matilde intercambiaban cumplidos
s ojos. Su mirada era penetrante, como si pudiera leer mis pensamientos-. Estoy
onias. Sentí una profunda repulsión. Apreté los puños sobre la mesa, intentando reprimir la rabia que me recorría las venas. «Esto es una locura. Un maldito secuestro en el que me han robado mi libertad.» La puerta se abrió, y Ariana apareció en la sala
forzada y artificial. Me miró con una expresión que me hizo sentir como un p
Matilde se ensanchó, triunfal, mostrando una satisfacción que me heló la sangre. Me miró con una mezcla de condescendencia y astucia. -Ya verás, hija,
esaltaba con fuerza, como una declaración de guerra. Sentí cómo el peso del contrato, ahora con la firma de ambos, se convertía en una cadena invisible pero indestructible que me ataba a ellos. La reunión concluyó, y el silencio posterior fue casi ensordecedor. Me puse de pie de un salto, con la urgencia de quien escapa de un incendio. Ariana estaba cerca de la puerta, pero la evité como si fuera un obstáculo invisible. Pasé a su lado sin siquiera rozarla, como si entre nosotros hubiera un muro de cristal. Salí de la habitación a toda prisa, como un conejo huyendo de un de
e comenzaban a brotar de mis ojos-. Me han vendido... c
yun, su voz, al principio confusa y adormilada, se fue transform
clamé, antes de que el llan
-hyun ahora era firme, casi urgente. Se notaba que estaba intentando p
deslizó suavemente sobre el papel, pero para mí fue como si estuviera firmando con mi propia sangre. Sentí un vacío helado en el estómago, como si me hubieran arranca
podía escuchar el latido acelerado de su corazón a través del teléfono. Su reacción era visceral, un reflejo d
explicarle lo que había sucedido, pero las palabras salían entrecortadas y confusas-. Yu-jin... Matilde Vázquez... Ariana... un contrato... me vendieron...