Lo Que El Silencio Pide

ntre a la sala de chat en linea, me sentía solo, había terminado con Jennifer hace unos meses, un

una en particular, aquí había salas de diferentes cosas, así que inicie con lo más básico, amistad, aunq

rimeros mensajes fueron muy aburridos, pero me sorprendió cuando me dijo que vivía en la misma ciudad que yo y quería que nos conocieram

uente, ella llevaría un vestido rojo, por mi parte deci

ro ahí estaba, usaba un vestido rojo un poco arriba de la rodillas, unas sandalias, usaba u

a ella y

eres Ale

pensé que

que fueras real, bueno, si que eras

o, pero que tal si va

endido, parece que no le

as com

o, si puedo, pero si lo hago nos podrían arrestar, estoy segura

archarse, pero como un i

, solo que

ecesito que me invites a

a sostenía su mano con más segu

ir a casas

taría llevarte a un motel

ó, aceptaba l

ar un taxi, el lugar qued

enía dos habitaciones. Yo no la interrumpí, quería que se sintiera cómoda. Entró a la h

antes, quiero que

cho antes

, la higien

a, después de todo, deje de tener intimidad con m

ité la ropa y entré a la ducha. El agua se sentía agradable, no estaba helada, pero

ronunciado, pero era evidente que estaba excitada, su cintura pronunciada y más a

ucha -dijo ella, antes de

se unían, el beso era muy apasionado, sus labios sabor a cereza. Emp

Me gusta ha

perfe

taba erecto, no le alcanzaba en

ar lentamente, sin despegarme l

, campeón, espero qu

ntenerme en gemir, sabía como dar placer. Me agarró mis bolas, las apretaba sin b

, lléname de tu

a la vez su lengua recorriendo me pene, no pude más y terminé corriéndo

enta no soy la típica mujer, se lo que quiero y se como

cio, no me quiero imagi

, que es tu turno de darme placer y espero que sepa

un reto personal, claro que tendré q