elevador pensé qu
dades había de que nos encontrá
laban, pero no era el lugar n
en. Al abrir sus puertas el elevador su compañera entrelaza
rzar? -Pregunta
dejemos que
n donde con una gran sonrisa corre
del mío -. Aquí cerca han abierto un
da pida -Responde M
l entrar observó la mesa frente a nosotros y está ella all
u mirada a ella. Un mesero nos lleva a una mesa tomando asiento y tra
buscarla, atraídos por una esp
antes, como si la energía se le escapara con cada movimiento. Algo en
se desvaneció, y solo existía ella, c
ó en un
unta Marlon y decido
la pared, con los ojos cerrados y el rost
ía algo más profundo, algo que ella parecía intentar
ue estaba cruzando una línea, que ella podría interpretar mis palab
llo de pánico en su mirada. Me miró como si no creyera que
oz era apenas un susur
la calma y le v
, ¿segura qu
una mezcla de desafío y vulnerabilidad que
era reaccionar, sus piernas cedieron, y todo su peso cayó hacia mí. Mis braz
a algo en su fragilidad que despertaba una sensación inesperada,
gí a la salida del baño, buscando a alguien que
de entrar al baño, cuando se detiene abrupt
preguntó, visibl
s, pero necesita descansar, -respo
ertenencias y abriéndome paso mient
seguía inconsciente. Camino hacia mi camioneta, y mientras la acomodábamos en el a
Ivanna? -preguntó, r
te, al menos no en el sentido tradicional, pero había a
ñana había removido algo en
o, tratando de sonar neutro. -Solo... so
i mis palabras fueran
egu
ntendía? Lo que había en sus ojos aquella mañana era algo que reconocía, algo con lo que estaba dem
ospital -Susurró observando su r
sponde rápidamente -. Ivanna se molestaría
recto. Hay que saber si
os tenemos un límite, -comentó ella, su tono bajo y melancólico. -Últimamente he notado
as de ella que me hacía sentir aún más respo
uto. Su compañera abrió la puerta del apartamento, y
s aún cerrados, su respiración tranqui
a expresión que agradecía mi ayuda y a la vez m
en voz baja. -Es... muy reservada, como si no quis
e cruzaron por primera vez. Había algo en ella, una herida oculta que ambos compar
mas de alguien, sino de entender que también tenemos
le lo sucedido con Ivanna -Suspira -. Esp
e la tarde con ella, yo me encarg
a su rostro con preocupación -. Iré po
salón con ella. Observó el lugar y es bas
bierto sobre ella. La toma y al empe
an
nte contigo ni con lo que significa ese "nosotros". No soy el hombre que necesitas, y mucho menos el padre que ese bebé mer
cerlo, Ivan
ro
que me costaba creer que alguien pudiera de
recibiendo la noticia de que el hombre en quien había confiad
b
eza en su mirada, la forma en que evitaba cualquier cercanía. Está c
a oleada de rabia por el
udo dej
des, pretendiendo que eso b
ella. Tan frágil y lastimada, in
ra. Detrás de su mirada firme, ahora entendía que también