Sombras de obediencia

pensó que cruzaría

a aldaba negra en forma de rosa marchita,

jo su abrigo de lana como si pudiera adiv

arjeta negra, sin remitente, entregada

scrita a mano co

22:00 h. Calle de los Secretos,

ora insistía en que los lectores querían erotismo más crudo, historias con fi

ba v

de pal

de d

de sí

i la mujer que caminaba bajo la niebla madrileña no fuer

slo con cada paso. Tacones que nunca habría usado para una presentació

a de lo que esperaba. Tr

r, revelando a un hombre de

-- pregunto

varro,---

t que no mostraba pantalla. Asintió c

ruzó el

undo c

el, ni barra a la vis

e amortiguaban los pasos. Y el aroma prof

n levantar la vista. Llevaba un collar de cuero rojo con un dije en forma de can

or miedo, sino por una mezcla

esto

esto

grave y serena, int

ita Navarro,---- d

Y lo vi

irmar su identidad. Supo que era él del mi

a tor

ático, su cabello oscuro, perfectamente peinado hacia atrá

n corbata. Sin sonrisa, solo la certeza de que é

ación ,¿primera vez en un clu

liva, -¿Se me

abe mirar.----

a lasciva, sino analítica. Como si

nir? -preguntó é

segundos,-La neces

sante, muchos vienen aquí a olv

ella, bajando la vo

cerca que Elena pudo oler su co

lo que se siente... cuando se d

uerta era diferente. Una tenía un espejo gigante. Otra, una cr

ió la últi

mol. En el centro, una chaise longue de terciopelo negro.

no vendemos placer,

intió, e

el contrato, sagrado. ¿Desea ju

a d

por no saber qué

ca "jugar"? -

a con suavidad.-Explorar límites, conocer obe

miró a

algo dormido desde ha

pequeño papel-, necesito que

,---- pre

ncia, detiene todo. Absolutam

go?,--- volvió

donde usted me permi

unos segundo

apenas --- Bel

go fue suave,

ue, ella lo hizo, con el corazón al borde del co

nico que le pediré esta

do él le colocó la venda,

de la seda, el leve crujido del cuero b

no la

prin

e haría, lo que podría hacer, lo

aricia, amen

clavícula con la yema de lo

edo, era

hacia su propio muslo, desnu

real, pero nada ocurrirá sin su pe

-susurr

z por su piel expuesta. Tan del

de seda, que enrolló sobr

iso, sopló suaveme

hogó un

suspiro podía

ol podía excitar más

arte de ella que quería re

te minutos, tenía los labios entreabiertos,

- Elena fue

cipio -interr

cuerpo temblaba, pero su men

así?,---- p

ed, sí lo será.--

lub esa noche, la ci

vi

peli

su

l abrigo, una tarjeta con el

o, una líne

ta juegos. Una sola co

a so

i escribir

aba segu

uzado un

abía marc