Vald
ansiedad en la frente de Mateo se suavizaba, reemplazado por una mirada de alivio aturdi
éndose extraña en mi lengua. "Esa es..
s". Se inclinó, bajando la voz en tono de conspiración. "¿Podrías hacerme el enorme favor de mantener esto
su rostro, asintiendo de acuerdo. Iba a ser padre. Con e
paso por mi garganta. "¿No estás... asus
favor. Puedo tomarme un semestre o two. Mi familia estará encantada. Han estado queri
firme. Me estaba mirando ahora, pero sus ojos suplicaban en
sentía tenso, enrollado como un resorte. Yo era la guardiana de
rápido como mis piernas temblorosas me lo permitieron. No miré hacia atrás, pero podía sentir la mirada sorpre
pared, mi cuerpo finalmente cediendo. Las lágrimas llegaron, silenciosas y agonizan
en mi cabeza. *Ahora es pad
años de historia compartida, de bromas internas y promesas sec
tello de irritación cruzando su rostro. Se volvió hac
ente, su mano en su br
do la cabeza como para
mente. "¿Por conseguirle a tu mamá ese té especial del extranjero? Sé que dijis
ro que no. No seas tonta. Fue una buena excusa. Gracias". Miró una última vez en la di
ura determinación se instaló en su corazón. Sabía que yo estaba enamorada de Mateo. Era patét
teléfono vibró con u
centro con unas amigas. ¡Debería
ome. Lo último que quería hacer era pasar una
ima de mi hombro. "Es bueno salir. Y es importan
"Está bien, mamá". Su rostro se suavizó con una punz
s al carbón de ella con sus ropas de diseñador y expresiones aburridas, flotaban de
é. Las chicas charlaban, su conversación un vert
!", exclamó una de ellas, una ru
s en su garganta. "Mateo me lo dio anoche", dijo, su vo
nunca me había regalado joyas. N
iola. Su rostro se iluminó. "¡Es él!", chilló
afé con leche carísimo, pero sus palabras eran como pequeños puñales. "¡Oh,
Mateo quiere conocerme", anunció a la
los suegros!", chilló Bárb
repentino silencio de mi mente. Probablemente me pedirían que fuera dama de ho
la señora Reyes alguna vez, Sofía. Estoy segura de que le encantaría verte". Era una jugada de pod
es parciales", dije, con la voz tensa
de decírselo. Quizás la próxima vez Mateo pueda recibirte él mismo". La
sí misma y de un mundo de riqueza e influencia que yo solo podía imaginar. ¿Qué tenía
ara cenar. Estaba a punto de recoger mis cosas e irme a
voló por el aire y aterrizó di