img Seis años atrapado en un voto roto  /  Capítulo 4 | 40.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4

Palabras:1792    |    Actualizado en: 12/12/2025

una batalla ganada, aunque la guerra no hubiera terminado. El joven Daniel todavía estaba a mi lado, su man

i lengua. No era una pregunta, sino una declaración de h

vía ardiendo con una indignación que e

á daño, Sofía

a, cruda por la

do lo que su yo mayor no era: ferozmente protector, genuinamente empático y absolutamente d

o traidor, sino ecos de nuestro pasado. Una primera edición de mi novela favorita, un raro vinilo vintage que solíamos escuchar en repetición, un pequeño e intrincado pájaro de porcelana que se parecía a

todavía estaba allí, acechando bajo las capas de su yo actual, esperando ser redescubierto. Quería

nilo con un paño suave, que colocaba delicadamente el pájaro en un estante como si fuera de cristal hilado. No era un sustituto. Era el

Era un lugar que solíamos frecuentar en nuestros primeros días de noviazgo, un lugar acogedor con m

iana con una cálida sonris

ucho tiempo! ¡Y has traído

n ojo al j

devoto como

ró, sus ojos llenos de ese amor puro e inalterado. Sentí un dolor agridulce en el pecho. Si tan solo. Intercambiamos una mirada,

mi pequeño relicario antiguo -un regalo de mi abuela, una

inmediato, su mano ya alcanzando la pue

vuelta al restaurant

Mis dedos se detuvieron en un informe de noticias locales. El titular me llamó la atención: "Valeria Will

uetear con Daniel. Llamaron a la policía y Valeria se había resistido al arresto, lo que llevó a cargos de agresión e intoxicación pública. Su foto

familiar, cortó l

i no es la esp

lo desaliñado. Se veía... diferente. Demacrada, su ropa cara colgando holgadamente de su cuerpo. La facha

escapando de sus labios-. No te molestes. Probablemen

a, ni dolor. Solo un

-dije simplemen

r mi falta de reacción.

que estarías desconsolada. Después de to

plano, un brillo tr

liqué, una pequeña y seca sonrisa tocando mis labios-. Y la semana pasada, anunció públicamente a s

ió, su voz volvié

te detenernos! ¡Lo mantuviste atad

sa genuina que me sorpr

í, no porque me amara, sino porque amaba la ilusión de control. Y tú, en tu desesperación, te

ardían

tan lista, verd

erca, sus manos a

¡Solo te compade

el hombre que tanto te ama todavía no firmaría los papeles del divorcio durante s

ntorsionó en al

nunca lo haría! ¡Me ama

ntención de casarse realmente contigo. Fuiste una conquista, una distracción. Una junior bonita y ambiciosa q

us ojos se volvieron

lanzó sobre mí, empujando, arañando, un grito primal salie

onó, fuerte y penetrante, seguido por el chirrido de los neumáticos. Los faros me cegaron, una luz blanca y abrasa

i nombre, una desesperada, otra llen

mí hacia atrás con una fuerza increíble, enviándonos a ambos a caer sobre el asfalto

ta para ver al Daniel mayor, congelado al borde de la acera, con el brazo extendido, el rostro pálido

o, alcanzó reflexivamente a Valeria, que se había

ntre estaba plano. Era una actuación pract

tándole suavemente el polvo de la chaqueta, buscando heridas. Me miró,

-susurré, mi

ébil luz volvi

, Sofía. ¿T

escena en la acera, lo puse de pie. Nos alejamos, de la mano, dejando al Da

proceso silencioso y solemne. El joven Daniel estuvo a mi lado, su presencia un ancla reconfortante. Cuando el juez anunció

años de dolor y sueños rotos, pero también un futuro de posibilidades. Mi visión se nubló,

deó con sus brazos, a

u voz espesa por la emoción-.

on los ojos

. Por todo lo qu

sonido infantil que

dones, Sofía.

n día de verano. Se estaba desvaneciendo. Esta versión pura y devota de Daniel, que había

or mis mejillas. Extendí la mano, tratando de aga

fría, cortó mi aturdimien

con los ojos entrecerrados, su rostro grabado con una

ista de So

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY