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ista de So
pulándome mientras construía una nueva familia con su amante, Valeria.
esposo frío e infiel. Era el Daniel de hace diez años: die
ante su contacto. No sabía nada de la infidelidad, del aborto esp
l divorcio y su mu
oró, sus jóvenes ojos llenos de
crueldad del hombre en el que se conver
ofía. ¿Quién
ión pura de mi esposo, vio
y firmó los papeles que su yo futuro
ue necesitas -su
ítu
eis largos años. Seis años de un matrimonio que estaba muerto, pero se negaba a ser enterrado. S
é los papeles del divorcio sobre la mesa. Noventa y nueve vec
iendo dramática
fragio, y yo era la única sobrevivi
por mi libertad. Entré al Parque México, el que solíamos amar, el que ahora estaba manchado por los recuerdos. Cam
isa amplia y juvenil apareció instan
! ¡Qué
legría inmaculada que no había visto e
ngir que n
ún no había sido aplastado, un amor que no se había agriado hasta convertirse en veneno. Se veía exactamente como en las
azo espontáneo y cálido que se
y! -murmuró en mi cabe
po recordaba la sensación de sus brazos, el aroma de su piel, pero mi mente gritaba traici
todavía en mis hombros, s
e ves tan..
acarició m
¿Los niños están d
la semana pasada, había llegado por correo un elegante anuncio de nacimiento. Su hijo. Con ella. Él espera
-. Sí, Daniel. Todo está de maravilla. Felizme
a, desprovista
e ensanchó,
lo lograríamos. Estábamos des
mis h
a con los papeles?
palabras "Solicitud de Disolución de Ma
tos son para
n destello de confus
ué? ¿Es alguna
l sonido fue d
broma,
firme, dema
rmalos.
s ojos aún mantenían esa
por ti, Sofí
ndiferentes del hombre en el que se convertiría. Sacó una pluma de su mochila, su clic resonando en el repen
a, y luego de vuelta al título. Su rostro perdió todo color, su mandíbula se aflojó y la pluma cayó al
. qué es esto? Sofía, ¿de qué estás hablando? Estamos...
sorbitados por una confu
amos... por qué querría yo
un fantasma del amor que una vez sentí por él. Este chico, esta versión pura e intacta de Daniel, era todo lo que el hombre
n futuro lleno de risas y niños, una acogedora casa junto al mar. Él era el hombre que pasaría horas hablando de la casa de nuestros sueños, la que tenía
e una manera más afilada y definida, pero la luz en sus ojos había sido reemplazada por un brillo calcula
sado, después de que intenté esa ronda de papeles de divorcio-. Eres mía, Sof
diseñadas para disminuirme, para h
a era puro. Sus ojos, aunque rebosantes de lágrim
gada, quebrándose-. Dime que esto n
o a la lástima, pero sobre todo, una profunda
-dije, mi voz p
, secándose frené
é? ¿Qué hice?
fueran un salvavidas, incluso mi
de amarte? Eso es im
ída repentina, sino una decadencia lenta e insidiosa. Comenzó con cambios sutiles, una nueva
ñida de una admiración que no había escuchado dirig
había sonreído y
so, cariño. Es bu
mente entonces. Él era m
tes. Empezó a faltar a nuestras citas para cenar, a nuestras noches de cin
e a resolver. Me vestí de todos modos, esperando durante horas, hasta que un mensaje de texto sonó en mi teléfono: "Lo siento, nena. Valeri
estimó mis preocupacione
Estás segura. Valeria necesita mi apoyo. Eres
como un cumplido entonces, una medalla de honor. Ahora,
anda sonora monótona para nuestro hogar en ruina
onal, Sofía. Tan par
más distante, el persistente olor de su perfume, las llamadas
uación familiar es complicada. Necesita un ami
una vez tan vibrante, se sentía como una bandera hecha jirones, apenas aferrada a su asta. No fue hasta que
as secretas, apodos cariñosos, bromas internas. Y fotos. Fotos de ellos, riendo, íntimos, en lugares donde me hab
con la evidencia,
fía! ¡Estás enferma, sabes? ¡Obsesiva! ¡Revis
o, sus dedos clavá
erdiendo
problema. Que mis sospechas eran infundadas, mi dolor exagerado. Pero los mensajes, la evidencia física, destrozaron sus mentiras. Finalmente lo vi por lo que
no me de
Sofía -había dicho, rompiendo los papeles-. E
vida cómoda que yo le proporcionaba. Quería mantenerme atrapada, una espos
nillo de diamantes brillando en su propio dedo. El pie de foto decía: "Nuestra pequeña familia está completa. Tan bendecida de tener a mis dos
arrugados papeles del divorcio, me mi
verdad. Yo nunca... nunca t
ido crudo y desgarrador
soy yo. Dime que no me
una excusa, una p
malentendido? ¿Quizás fu
viera de acuerdo, por que le dijera
ieron, la fútil esperanza drenándose de su rostro. Sus ojos azules, una vez tan llenos de luz, se nublaron de
ero esa Sofía había desaparecido hacía mucho tiempo, enterrada bajo años de traici
suavemente, la jerga legal un crudo contraste con su emoción cruda-. Si los firm
ombre ahogándose a un salvavidas. Un mes. Treinta días. Para él, era un
pregunté, mi voz tranquila,
Recogió la pluma, su mano todavía temblando. Me miró una última vez
rima cayó, una mancha húmeda y cruda en el documento oficial. Su yo futuro se había negado durante año
pero si esto es lo que necesitas... lo haré. S
les firmados. El período de reflexión había comenza
ista de So

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