porta lo mucho que disfrutes lo que haces, siem
uele sacrificar el desarrollo interpersonal. Por más que tengas citas
relación, estaba cansada de intentarlo. Solo quería un acostón con al
lo que necesitaba y mientras más tardab
cariciaba mi entrepierna y me sabía cada vez más húmeda. Rodeada de extraños, solo podía presionar mis piernas entre sí para jugar con mi excitación.
rto terminó
dieran detener al ladrón, pero nadie hizo nada, bueno, solo una persona. Me escuchó gritar y se encontraba justo en el camino del ladrón, este, confiado en que igual que los demás no haría nada, siguió corriendo hacia él, pero sin dudar lo empujó haciendo que perdiera el equilibr
e dije- pensé que
n? -me preguntó
en, solo un p
ro, pero antes nadie más fue capaz de ayudar. En fin, supon
eléfono -al parecer no pudo llevarse nada, aunque
ar, quizá por el golpe al caer o
os males el menor. Le
para servirle. ¿Está seg
te. Creo que mejor me voy antes de que
ue pase una
r a la avenida para tomar un taxi. Sí, me parecía lo más estúpido del mundo después de haber sido víctima de
rios obscenos, así que me alejé un poco del auto, pero el conductor abrió su puerta y bajó. E
ue tal vez querría que la acercara a
s aventones a todas las person
abía visto a una mujer tan guap
nas resaltaban de su cabellera en la oscuridad de la noche y cuando volteó a verme pude distingui
e has salvado una vez hoy. ¿Y
udad, pero puedo acer
ncierto, era guapo y parecía educado, tenía un buen auto. En fin. En unos segundos d
bien.
subirme, dejé mi falda lo más arriba posible y mientras él
cia dónde?
í que cualquier lugar que
de inmediato mis piernas y yo crucé una sobre
olso atrás? -pregu
o, ad
l suelo atrás y pegué un po
o, gr
ar algo de músic
que tú
es me bajaría en la primera esquina. Pero no, lo encendió y estaba en una estación que tocaba mú
él, dejando una de mis piernas sobre el asiento y dej
stabas en e
mi entrepierna y comencé a subir y bajar mi m
je coqueta y me vol
uc
nté solo por hacer más plática, sin
os senos sobre la blusa jugando con la orilla que separaba mi piel de la tela, la abría un poco como aireándome por el calor que sentía para que él lo notara y lu
areció sorprendido y quiso saber a qué me ref
sentí, completamente duro. Siguió callado, pero no ret
a luz en el semáforo. Entonces avanzamos, tan
debajo de su ropa, me adueñé de su miembro erecto y lo masturbab
automático. Empecé a acariciarme con su mano hasta que él empezó a hacerlo por su cuenta. Aunque aún sobre la ropa. En algún momento
con g
verme y notó la mano del conductor masturbándome, me excité aún más y me descubr
ro viril que retorcía mi mano izquierda, tenía un buen tamaño y debo decir que también un buen
y la saqué de mi ropa, él pareció extrañado, pero lo ignoré. Me mov
él g
ndo y lamiendo una y otra vez. Noté un giro brusco en el
o el
ibre su erección. Yo lo veía a los ojos desde abajo así que, cuando estuvo listo, tomó mi cabeza entre sus manos y me acercó a él nuevamente. Obediente volví a meterlo en mi boca una y otra vez mientras me masturbaba a mí misma. Como estábamos más atrás mi cuerpo
i trasero para que llegara más y
en mi vagina que me detuve a disfrutarlo
bello con una fuerza que dolía, sacó la otra mano de mí,
e antes de volver a empujarme su miembro hasta el fondo. Se detuvo nuevamente y ahora empezó a empujar y sacar de mí toda su dureza una y otra vez, me sujetaba tan fuerte que no podía hacer nada. Estaba auténtica y sencillamente jodiendo mi boca. Volví a masturbarme sola. Cuan
dentro de mí lo movía de tal forma que me retorcía de placer, soltó mi cabeza, y salió de mi boca. Echó su respaldo más atrás y me jaló hacia él, me dio un condón que sacó de quién sabe dónde y se lo puse de inmediato, me acomodó de cuclillas sobre él y me penetró por completo. Me corrí de nuevo al instante. Mis paredes vag
r y no quería que
trasero y me mordía los pezones cada vez con más fuerza. Yo gemía y sentía cómo se iba apoderando
n la cabeza incapaz de responder, p
Él estalló dentro de mí al tiempo que sacó su dedo de mi trasero y liberó mi pezón de su opresión. Todo al mismo tiempo. Y me corrí una y otra vez junto con él. Se
os pararon, nos quedamos así un mo