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Historia

Capítulo 4 Muñecas rotas en una casa embrujada

Palabras:1413    |    Actualizado en: 13/07/2021

T - UN

prácticas, de sus padres. Dice que hay cierta edad -no digo cuál es porque apenas si escuchab

s, doce tal vez. Ellos me dijeron que si no asistía me enviarían de nuevo a un pedófilo como niñero

uerza y sin fuerza poco se puede hacer, sobre todo cuando hay dos monstruos que en serio podrían matarme si se l

sto que no podía no estar presente la violencia entre los tres. Quién sabe cómo hicimos para llegar a destino: una casa abandonada perfecta para funcionar como casa embrujada en Ha

aban rodeadas por tipos y otras dormidas en sillones o siendo arrastradas por

sé que era ese sitio. Como no quiero d

ientras escribo esto porque aparte de alcohol ahí se inspiraba otra cosa que hasta ahora me da nauseas. No sé la verdad

endiendo la jerga en medio

hijos de puta se fueron tras unas chicas. Como no sabía qué hacer y tampoco estaba en esto

e violarme o escondido en mi cuarto mirando la nada con un palo de escoba, cuchillo en fre

n de mí y no les importaba maltratar a las

s secas alrededor de su cara. Era como ver una muñeca maldita, rota, abandonada. Los sonidos por alguna razón ahora son

i mente y salí corriendo de la casa embrujada. No era tonto. Mi cuerpo era el de un pequeño en sus buenos y d

ío mientras estábamos en el au

lor llegara a chocar con mí cuerpo y así usar mi arma en contra suya. Salir corriendo iba a ser un problema,

olo sujetaba el chorro de sangre que salía de su estómago. Quizás lo miraba, quizás sonreía, pero no dejaba de admirar la manera en que esa basura se

é un halo rojizo deambular por ahí. No sé por qué recuerdo todo como si fuera una masa sin color, al menos de los alrededores, per

das de la inocencia en su cuerpo, y la manera en que vestía, despreocupado y colorido, hacía fruncir el ceño porque no se sabía muy bien qué pensar ace

ecuerdo, pero sí sé que vi

por lugares desiertos, disparando hacia tronco

recuerdo que d

de ahora tú y yo

é? -le p

sabía si nos volveríamos a ver de nue

él me c

mos hijos de monst

unos secretos y cómo es que acabó en ese lugar. Supongo que en ese momento estaba feliz porque no me

usadas hasta el cansancio o la muerte, la verdad no se podía distinguir cada cosa. Lo que recuerdo

aprender de ellos, debemos volvernos fuertes y así log

ero por primera vez en mi vida alguien estaba cuidando mi espalda, aunque solo fuera por uno

mi cabeza quedaron grabadas, pero la más importante

de algo mucho más retorcido y raro. Todo en mi vida fue retorcido y raro, una mierda, pe

ue tuviera un problema neuronal o me haya drogado, sino por

os se fueron convirtiendo en algo que pronto sería imposible ignorar y que incluso en

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