aliendo-. No tenía in
thorne de espaldas a ella
me iré a o
rarla a los ojos-. No puedo permitir que se sienta
iera aquí -vio que él se tensaba-. Lo menos que podemos ha
labios-. Admito que me disgusta no
por qué es
ida, señorita Cambrigde; en los últimos cu
ácil, qui
e nada d
su papi y necesita que la consuelen.
o al imaginarse el dolor de Kelly, y d
ntraté, señori
siquiera l
una hija solo había sentido rabia y cólera hacia la madre de Kelly por abandonarl
do ella lo rechazó y lo sentenció a es
nidad no me ilusiona. Aún no me he acostumb
-. Llegará pasado mañana, deseando verlo. ¿Cómo quie
- gritó él, sin dejar de andar-. Su p
do la recuperó él había desapa
ido nada bi
ra -respo
ura Cam
el señor B
leña por si se iba la luz en las tormentas. La casa de piedra debía ser fría y húmeda-, Todos los del pueblo piensan cosas horribles de él, pero usted ya lo sabe, ¿verdad? -dijo ella, admirándolo por
wey mirándol
a abrió los ojo
señora, y si vuelve a encontrarse con él,
a su hija? -él no contestó y se puso a cortar la leña. Laura comprendió que no le sacaría nada. Aún así, le puso una mano en el hombro-. No me iré de aquí h
rtido relampagueó en sus oj
traerme un pedido, y llegarán pronto. Si quiere seguir con su e
deó, luchando por conten
e servicio, que llevaba años tapiada. Un laberinto de pasadizos se escondía tras las paredes; los corredores eran empinad
su risa, limpia, fresca y feliz. Algo de Laura Cambrigde tocaba su corazón. Ella lo desafiaba y se rebelaba, y él ansia
odo. Ella estaba ante el horno, sacando una bandeja de galletas. Era una escena doméstica, que no hab
era vez. Deseó enfadarse, deseó que se fueran porque no podía unirse a ellos. Verla h
a meter otra bandeja de galletas al horno, todos ladearon la cabeza para mirarle el tr
de -dijo el adolescente qu
tó ella, dejando caer cuchara
dijo uno de
impresionante. Y la piedra rez
, recordando que él había pen
to? -preguntó e
la
. es h
vil, esperó
me lo p
ación, y Richard se preg
¿por qué
ra mirarlos, con una chispa de pasión en los ojos-. Os aviso que si una sola persona hace un comentario insultan