vista d
e había comprado. Él llevaba puesta una máscara, como todos los presentes en la subasta y por ello, no le pude
lo que había escuchado acerca de ese tipo de personas, tenían manías extrañas. ¿Acaso me h
uve mucho más tiempo para pensar, ya que la subasta finalizó poco despu
tan bien entrenada como las demás. Es muy resistente y deber
ue hacer, pero este se impacientó y tomó mis grilletes junto con l
el pelo castaño revuelto. Tenía los ojos de color verde esmeralda, profundos e hipnóticos como un remolino. Era necesario admitir que tenía el ros
ez, soy de la manada del Arce Rojo y ese de ahí e
o la vuelta para saludarme
ella dama, no somos
ntemente me encogiera en mi asiento sin parar de temblar. No sabí
torciendo los ojos c
ste! La asustaste"
o? ¿No ves lo apuesto qu
or el espejo retrovisor y se agitó el
mo te llamas?", pregun
a Muñoz", contes
gún lugar al que llames hogar
nfundida, pero solo respondí negando con la cabe
uedaras viviendo en la calle. ¿Quieres quedarte con nosotros
así que me armé de valor e inquirí en voz baja: "Si
aires, metió la mano en el bolsillo y sacó una llave. Se acercó a mí con cautela y
n ese fin", afir
estaba delirando y que
hacer su esclava? ¿Va a libera
haré", c
alquier esperanza que pudiese depositar en el futuro. Con suerte, esperaba morir en manos de mi primer comprador y así acabar rápido con mi mísera existencia. No quería ser usada
vida que llevaba. Era como si por fin volviera a ver el sol después de una larg
...", exclamé emocionada, incapaz de contener los ma
as cadenas y grilletes
era legal. Por ahora, te sugiero que vengas con nosotros, por tu seguridad. Pero si no lo des
radecía mucho, pero después de haber experimentado tanto sufrimient
astado cien millones de dólares al comprarme... ¿Acaso
¡Me aseguraré de devolve
la entregarían solo al encontrar pareja. Según una predicción de mi padre, sería entonces cuando obtendría una vida más se
oven con una sonrisa, antes de entregarme un bolso,
quier emergencia. Llámame si necesitas algo, ¿de acuerdo? Si en algún moment
y mi comprador rodeó el vehículo para abrirme la puerta. Después se quitó su abr
o, porque no es seguro que andes
ue hacía tiempo no me sentía tan amparada y protegida. Ese hombre
sé cómo agradecerle..
y el conductor del vehículo no parecía estar frenando en absoluto. De repente, sentí aquella extraña fuerza apoderarse de mi cuerpo de nuevo. Al instante, aparecí junto a la pequeña, la cargué en brazos y la aparté para
taba tan cerca, pero en ese momento sentí como si el tiempo se hubiese ralentizado y lo siguiente que s
ieron de golpe. Acababa d
la prisión, y en aquel entonces también pensé que l
ra, mi linaje vampírico se iría manifestando y
a Pedro que se acercaba a mí, pero ya no tenía un se
res una híbrida?", pr
do lo que acababa de suceder. Luego me arrastró de vuelta al auto y una ve