estaba tomando nota sobre lo que observaba. Jak tenía los ojos abiertos de asombro, su rostro no paraba de mirar ca
que se encontraba del otro lado de las rejas. -S
a el hombre con su mirada perdid
á. -continuó mientras observaba un cuaderno cuyas hojas pasaban una tras otras sin siquiera tener contacto del desconocido. -¡Jakman! Usted se encuentra en un lugar que no se puede dar det
ombro que expresa su rostro al mirar fijamente al ser que portaba una túnica. Cuanto más fijaba su mirada en aquello a lo que temía, una niebla oscura empezaba a
el desconocido mientras tomaba nota en el c
al se encontraba en el centro la orquídea negra. Sobre la misma se encontr
n su voz grave y atemorizante.
iento al ser, y éste
xpresó lo desconoc
lla. -¡Tengo miedo de estar solo! -continuó mientras su mirada se
entendiendo... ¿Cierto, monstr
ra evitarlo? ¡Dime! -ent
lo desconocido... -susurró
uperar la soledad, siquiera tuvo el valor de avanzar. Durante una eternidad, el hombre permanec