te de un vaso de vidrio romp
o? -exclamó Adrien, quien dor
e alistándose poco a poco. Mi
jos se levanta a esta hora para fastidiar mi sueño? -refun
ello que provocó su pronto despertar. Se dirige a la cocina, lugar que provino el molesto sonido, dando pasos en p
stado temeroso, -¡Oh m
-proclamó lo más s
oco a poco avanza hacia el centro de la cocina, dando sus pasos en punta para no ser detectad
ró mientras se le escapaban un par de lágrimas. -¡Esto no puede estar
ás intenso, al grado de captar la atención de Adrien rápidamente. Se escuc
déjame en paz, -susurra en lágrimas y do
amente, tomó suficiente valor p
í mismo, convenciéndose de que lo mejor sería estar fuera. «¡Mierda! ¿Qué carajos está pasando en mi puta
s por detrás iba dejando huellas de su herida en el pie. Lo
s? ¿Qué quieres? -grita desesperado mientras r
cerca de su cuarto. Se escucha nuevamente el rechinar de las bisagras. Una pequeña ven
dolor. -¡P-p-por-qué! -
Pronto, se limpia sus lágrimas e intenta ponerse de pie. Una vez hecho, se escucha fuertem
mbra. -¡ADRIEN! ¡SAL DE ESTA PUTA CASA, YA! -gritó en voz alta dirigiéndose a sí
ar fuertemente. Los muebles de su cocina caían consecutivamente, mientras qu
niña reía, mientras el ruido de unas pisada
entos mientras tomaba carrera para tumbar la puerta d
n su cuarto, una mujer gritando fuertemente desde la cocina y un hombre que corría tras él como si de un gigante se tratara
dad, permitiéndole conseguir la adrenalina
, con el impulso se golpeara con una roca que se encontraba en su patio