eran preciados recuerdos para su abuela, sus visitas se extendían a semanas, cuando regr
ahora quedaban álbumes llenos de recuerdos, cartas, y regalos que compl
había sobrevivido, algo trágico que marcó un antes y un después, pero el tiempo poco a poco cura. Su padre se repuso con el tiempo, la abuela se instaló en Cadaqués, sus hermanos habían adquirido una propiedad de
plaza de mercado, y compro al llegar a la esquina de casa, los jamones y var
an francés esa noche. En cuanto a cocina, no tenían
comprendió que el tumor era fulminante, le dio sentimiento, su humanidad, cariño y aprecio por sus pacientes, le hacían esforzarse cada día más en su profesión, su tarea consistía en salvar vidas, esta vez no podía hacer nada. No tenía palabras esta ocasión, Nora era una apacible, cál
ocho veinte minutos, una enfermara ava
dolor agudo en el estómago, en esta zona dijo ella señalándolo. - Se que
de la enfermera. Se despidió y a prisa fue en dirección al estacionamiento, su auto estuvo en marcha, y tomo rumbo a casa de la abuela de Naomi, sab
n orden, era una mesa que se extendía en el centro, dando lugar a tres puesto
poco permitiéndole aquel pequeño capricho, había hecho un estofado de pollo, papas, zanahorias, con un toque de cilantro fresco, ensalada de aguacate y cebollas julianas, repollo con una delic
jos y verdes, champiñones, cebollas en salsa negra, el
ragancia suave, rosas le vendría bien esa noche, varias botellas de perfume se ubicaban en el tocador, recogió su cabello en un elegante moño y mirándose al espejo se dio a sí misma el visto, su cuello lucía un coll
su mano, dando una palmada a la mano de su hermana, a quien ya veía con intencion
pañar unos cortes de jamón serrano que tenía listos, sirvió un
no ha venido L
ntará nuestro invitado, hizo señas hacia la mesa, Henry to
antener ese sujeto hoy al m
ré un trozo de jamón y puré lo llevaré a mi boca- acto seguido se saboreó, -aprobado t
rrón hacían juego con el mantel naranja pastel que había elegido esa noche, las servilletas de tela blancas, y las fuente
ormemente, sus galletas llenaron una fuente que fue bien recibida por la enorme tropa.
olor de todo, el olor, todo me antoja, -dijo Naomi,
dor solo serán unos minutos mientras frío los otros-.
e probar un bocado-uno solito dijo mi
icos-no los veo-. Ani miraba alr
de mi corazón, Juan Carlos va a adorar tu receta- Naomi giró sobre
a Luisa esposa de Henry, quien descendía de su auto al mismo tiempo, se salud
stuvo ahí para ella, le cuidaba y siempre estaba al tanto. Decía que quería todo un caballero para su hermana, en ocasiones le había espantado sus amigos, diciendo que no le gustaban, pero su relación con Henry era
r-no veo la hora de devo
en a la cena-. ya la conoces-respondió Ani a su cuñado
ambre que tengo es horrible- He
jo Luisa que en ese mo
ona- me encanta, estudiado, viajado, culto, que más podría pedirle una mujer, en realidad tengo una am
or su hermana-No entiendo Naomi, invitaste a Angélica a
confirmó, pero lo seguro es que venga, le dije
orpresa
e que te iba a presen
tonterías-ni siquiera he tenido tiempo para pensar- Y era cierto, el dí