que aún estaba helada, el sonrió al notarlo. Una mesera se nos acerco
alorías tendrá un capuchino? ¿E
i, gracias – dije. Mi A
e en tu casa
puse que me regalaría, entonces recordé "
– dije sacando mi notebook, ev
– dijo poniendo una
hambre – era cierto, de hecho hace
como si estuviera preocupado, quizás lo e
e ese mismo día empezaría una estricta die
te has visto en un esp
os. -no me digas que piensas que estás gorda – dijo. La mesera volvió con
pero él levantó su
sándwich por f
aigo – dijo la mesera y se fue.
los ojos, no podía comer, en serio no podía, ¿Qué pasaría si no logro bajar?,
on una de sus manos – no necesitas baj
cio sin sabe
Amo – dije desp
aseguraré de qu
o hacía cada mañana, unos minutos después llegó la mesera con mi sándwich, baguette, lec
eras? Com
sentí como si me raspara la garganta, tomé un poco de agua pero era como si mi garganta estuviera
e, tiene verduras –
puedo... -¿Cómo que
hambre –
no entendía ¿Cómo iba a entender lo que significaba la presión de estar siempre perfecta? ¿Cómo iba a entender lo que significaba que nadie viera quien eres realmente? Que no
dije, tomé mis cosas y
gritó pero yo sólo entré en mi au
o pero no respondí, seguí llorando hasta la tarde, como a las 4 empezó con las llamadas, una tras otra, apagué el celular. Abrí el notebook y
qué mi casa siempre se sentía tan vacía? ¿Por qué siempre alejaba a todos? Mi Amo era el único que se había preocupado por mi y yo... no debí tratarlo así, no debí gritarle, el solo trataba de ayudar... No era la primera vez que me sentía así... otras veces había ayunado por varios días, otras veces había comido solo líquidos, sopas, papillas, jugos, ese tipo de cosas, había hecho mil dietas pero nunca tenía el resultado que quería, siempre que tenía una
saparecer así, vuelve a
¿Dónde
cont
da que debes
o dime qu
y preocupa
has com
amara, contesta el
, si no me contestas
divertido, ¿dónde
s, solo ha
que soy más comprensivo de lo que parezco pero no te puedo ayudar si ni siquiera me dices
enojado por lo del café, solo estoy
y veo que ni siquiera has visto mis
me contestas iré a buscarte a donde quiera que estés, recuerda
jado conmigo?, pensé en responderle pero no sabía qué decirle, me centré en el trabajo, me era difícil concent
mis mensajes, ahora dime
tar y poner a
r el celular – era una total mentira pero no sabía qué más decir – por f
tó enseguida – quiero verte, nece
mo, no se preo
entendía, la notificación sonó 10 veces más. Entre tanto volví a sentir el sabor del yogurt en mi boca, decidí hacer un poco más de ejercicio, necesi