lo haga?- le pregunté a mi pa
or qué no premiarla?- sonrió - Algunas piden joyas y autos costosos, Emi
uiere una sucursal de Achocolatada. Quiere su propia
- Está casada contigo. Todo lo que h
rdando la idea de su
s aceptaré. Le diré
- Aprovecha todos los recursos: Abogados, contadores... Qu
trago a pecho so
incómodas miraba las estrellas. El mismo cielo que acostada en la maleza de su Maloani ella observaba. Extrañaba a esa Emira, orgullosa y contestona, esa a la que nad
nta de cosas que la llevaban a pensar lo contrario, y luego él volvía a ser el mismo patá
un demonio al que debían exorcizar, pero Emira se cobraría las que le hizo a e
cigarras adornaban la noche en aquel pedazo de paraíso. Jordan tenía unos cuantos min
a se
sfrutando de la
Emira? Si está
ue era para levantarla pero se trataba de
las incómodas piedras en su columna mientras él imita
las, plantas entraban a su campo de visió
él y ella sonr
sí
quella forma tan infantil. Sabía que Emira tenía un lado de sí misma que parecía ansiosa por mostrarle y aunque se mostraba renuente la ver
uelo americano- dijo de pronto y ella g
- Jordan giró la cara y miró a sus
ndolo por sorpresa, Jordan sintió las piedras en su espalda pero poco importaba cuando tenía aquella vista
nto te lo agra
sorprendía demasiado cuando ella buscaba sus labios. En parte no estaba acostumbrado a ese t
pene se hizo presente al saberlo. Emira hundía su lengua en la boca de su esposo juguete
telas que los cubrían y en ese moment
él se detuvo alertado- Podría
erarse de sus senos, él le quitó la blusa del pijama uniéndola a la b
intiendo el placer recorrer su cuerpo mientras las manos de Jordan tocaban cada centímetro de su piel. Él bes
nadie jamás volverá a poner un sólo dedo en ti, dentro o fuera- su lengua se apoderó de la vagina de Emira quien no hizo más que abrir las piernas para él y sostener su cabeza, hundir las uñas en su cabe
e rió contra su piel haciendo que el roc
e de mí- sonaba proféti
r haciéndola volver. Emira se sostuvo de sus antebrazos y Jordan entraba y salía de ella sin parar debido a lo empapada que ella estaba se resbalaba en su interior. Su mano se apoderó del cuello de Emira quien lo miraba cegada de gusto y sin nad