y aún así me siento observada a deta
ferente
que llegue el profesor Tomás. Giro un poco la vista a la vent
m está aquí. Se encuentra mirando a
rfe
clase una vez que comienza. Ya no
iza y esta vez a diferencia de otr
supuesto trabajo? - pregunta Sam,
asiento justo cuando estoy a punto d
obs
hay ningún tatuaje nuevo, solo están l
o es
nas y es visible. Esta por encima de su codo y se alarga hasta la
se ve reciente. Su labio está ligeramente partido por la parte inferior izquierda
anera, pero como no lo observaba tan de cerc
ote mi curiosidad hacia esas marcas que tiene. - Tenemos que entrega
ose hasta la salida del salón - Nos
na
os? ¡Espera, que mi peinado...! Ante ta
que me mata. ¿En qué diablos
endo. Le pido a Cristina que me ayude a seguirlo en su coche con el pre
che en el aparcamiento esperand
tan ne
etiene para escuchar lo que ella le tiene que decir, sin embargo, hace una mueca de mole
a acompañando dicho comentario co
color negro y tanto Cristina co
do el tiempo tu galán - suel
as de vista -
doña g
ra seguir el
su coche frente a una tienda de videojuegos. Se baja y se di
e cómo despedida -Debo hacer unas
risa de agradecimiento y me bajo del coche con las
lejón por el que Sam entró, pero no sin ante
ha
ma
cerrada. Por la izquierda se encuentra un hueco como del tamaño de una puer
bo
», pienso para
de un hombre que hacen eco en el lugar, me retumban en los oídos
ndose la mandíbula mientras muestra una mueca de dolor. «¡Lo están golpeando!» Otro sujeto se le acerca y le suelta una patada en
s
itar ser descubierta tapo mi boca de inmediato con mis manos cu
no se d
s diferencias mientras uno que otro estudiante ve la oportunidad de ga
as chicas de su lista tras él. Les da una paliza y jamás, pero jamás, ha perdido un
¿Por qué no
arlo y ponerlo de rodillas como cuan buen pecador esperando su castigo. Sa
vaja y la coloca
Elizabeth, piensa!» El sujeto aprieta la navaja contra su garganta en forma de advertencia
uno de los sujetos con una despampanant
os,
empecé a caminar, yo ya me encontraba frente al sujeto que dio la orden de lastimarlo. Mis brazos se encuen
temb
n pensarlo dos veces. ¿De dón
ajada. Estoy temblando demasiado y él se ha d
os maldita basura! - me m
ón alguna. En mi lugar, no me atrevo a mirar a Sam,
e el sujeto que tien
, se queda callado por unos segundo
. Estoy a punto d
lo - dic
a expresión, la risa burlona h
suspiro
ad hasta ponerme detrás suyo. Los mira silenciosamente, estudiando la situación en la que nos encon
oport
valentía se acabó y estoy totalmente paralizada que no
grando demasiado que casi no se pueden apreciar sus pequeños tatuajes. Él n
gunto si la herida de la cicatr
uesto jefe. Se mueve y los demás
y llamativa sonrisa de advertencia a Sam
el cómo se marchan. Después, se gira en mi direcció
aces aquí? - me
y lo único que hago es temblar mientras respiro agitadamente
nta. - dice más cal
s. Solo entonces, me doy cuenta de que estoy llorando. Las lágrimas salen de
s! pensé que í
cortado. Se ha dado cuenta de que estoy en shock, así que
reacciones - me da un pequeño golp
capaz de soltar una mísera palabra. Se que intenta mostr
poco y consigo moverme por mi cuenta, así que
a observándole con desconcierto - Elizabeth, es que acaso ¿qui
rosa que me encuentro, ya no tanto como antes pero aún lo estoy. Sam se da cuenta de mi batalla por qu
o, cubriendo así, la mayor parte de la heri
al fin. Mi voz está muy débil,
forma amable, pero su t
e mis muslos y con el otro sujeta mi espalda para así le
mente y al llegar a las escaleras me baja co
con dureza mientras me mira f
me - respondo molest
irónico. -¿Es
en seri
Yo sé apañármelas solo, sabía muy bien lo que esta
manos entre su cabello ti
é no te d
ad... eso tipos no
guro? Porque yo vi
ra arreglado las cosas a mi manera, pero estando tu conmigo solo lo ibas a complicar todo - me lanza u
pudo haber zafado de esa solo, en cambio conmigo le hubiera resultado más
iento - digo
qué est
rosímil, es lo
Cristina me trajo, pero no tardo en irse - respondo segura de mi m
eerme, suena tan fa
y empieza a sub
levaré
l camino es un silencio incómodo, así que para romperlo le pregun
s eran es
. - Es todo
ueno, a mí no me lo parecían. ¿Que bu
ro sin mirarlo cuand
pearme. Él baja la ventanilla ant
- me mira de pies a cabeza
e doy cuenta de que está suci
ara cuando me cargó, y ¿Que hay de